La Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC) y la Federación Navarra de Caza celebran la condena de dos años de cárcel al furtivo que amenazó gravemente con un arma a un guardia forestal en la localidad navarra de Bertiz. Finalmente, el acusado admitió los cargos y fue condenado de conformidad por un delito de atentado a la autoridad.
Los presidentes de la ONC y de la Federación Navarra, Santiago Iturmendi y José Ángel Ramírez, respectivamente, consideran que se trata de hechos muy graves que merecen la mayor repulsa del colectivo cinegético español y que en cualquier caso deben ser juzgados con severidad. Y es que se trata de un caso en el que confluyen diversas circunstancias reprobables.
Para empezar, el ya condenado estaba practicando el furtivismo. Además, cuando fue sorprendido por el agente le amenazó con su arma a pesar de que el guarda estaba desarmado. Ambos hechos resultan lamentables y suponen un importante perjuicio para la imagen del sector de la caza.
José Ángel Ramírez y Santiago Iturmendi han querido
“reconocer la labor de los agentes medioambientales y cuerpos de seguridad en la protección de la fauna y el medio ambiente”.
Además, han destacado que se trata de un comportamiento ajeno a la inmensa mayoría de los cazadores españoles, respetuosos con el trabajo de estos agentes.
Un furtivo nunca es un cazador
La ONC y la Federación considera que “este tipo de comportamientos deben ser sancionados duramente” y entiende que “deterioran gravemente la imagen pública del cazador, por lo que es una obligación para la ONC y todas las entidades que la integran, hacer notorio el rechazo de nuestro colectivo”.
Esto se traduce, por ejemplo, en la personación de la ONC como acusación popular en el caso del doble asesinato de los agentes medioambientales de Lérida. Así, la entidad seguirá trabajando en esta línea, ya que
“es inadmisible que quienes velan por el interés general se vean amenazados en el ejercicio de sus funciones”.
Ambas entidades también han remarcado su compromiso en la lucha contra la caza ilegal y contra todos aquellos desaprensivos que amparados por una licencia de caza manchan la imagen de un colectivo que ha hecho de la conservación y el respeto a la legalidad parte de sus valores.
La foto es de un Vigilante Partícular de Campo, no de un Guarda Forestal del Guarderío Forestal de la Comunidad Foral de Navarra.