El pasado martes se celebró la reunión del Patronato del Parque Nacional de Monfragüe para repasar la memoria de actividades de 2021 y abordar la gestión que se realiza actualmente en este especio natural protegido. Desde la prohibición de la caza deportiva y comercial en parques nacionales a finales de 2020, los distintos equipos técnicos de estos enclaves realizan controles de población de ungulados mediante otros métodos. En Monfragüe se han capturado y sacrificado ciervos y jabalíes mediante jaulas trampa y cercones. Precisamente, la secuencia de un venado agonizando en una jaula levantó una oleada de críticas hacia estos métodos de captura y posterior muerte para controlar las poblaciones.
El Ayuntamiento de Serradilla, una de las localidades cacereñas con término municipal dentro del parque nacional y presente en la reunión del Patronato, ha exigido a la Consejería de Transición Ecológica de la Junta de Extremadura, responsable de la gestión en Monfragüe, que elimine el sistema de control de ungulados que viene desarrollando y que vuelva a autorizar las acciones cinegéticas para el control de las poblaciones. «Ya advertimos que este sistema sería cruel para los animales, caro para la administración, perjudicial para los pueblos y sobre todo ineficaz. En poco tiempo se ha confirmado todo lo que advertimos», afirman desde el consistorio.
Las capturas no han llegado a las cantidades acordadas desde que se inició el programa de control, capturándose 223 ciervos y 297 jabalíes, un 40 y 59% del total previsto. Además, se ha detectado un aumento de tuberculosis en los ejemplares sacrificados, con el 21% de ciervos y el 49%de jabalíes infectados. Estos porcentajes, afirman desde el consistorio serradillano, «sitúan a Monfragüe a la cabeza de Extremadura en presencia de tuberculosis, muy por encima de la media regional». Por estos motivos, para Borja García, concejal de Medio Ambiente y Turismo, queda «claramente demostrado y constatado que el actual sistema de control de poblaciones de ungulados en Monfragüe con jaulas y cercones ha resultado ineficaz al capturarse escasamente la mitad de reses previstas en el programa de control, por lo que sus consecuencias son ya bastantes graves tanto para la conservación del Parque Nacional como para el control de la tuberculosis».
Para el control de sobrepoblaciones de ungulados y especies invasoras como el siluro, desde el Ayuntamiento de Serradilla «se insta a contar con los colectivos de cazadores y pescadores por ser respectivamente los colectivos más especializados en ambos temas».
Sobre el ciervo que agonizaba en una jaula trampa, la misma consejería a la que exige el Ayuntamiento de Serradilla volver a la caza dentro del parque nacional denunció el vídeo que la Federación de Caza de Extremadura (Fedexcaza) difundió por redes sociales para denunciar públicamente que el uso de los sistemas de captura utilizados en Monfragüe para el control selectivo de población de ungulados «no sólo no han sido eficaces, sino que además han supuesto una crueldad innecesaria para los animales».
En este sentido, la Fiscalía extremeña afirma tras la denuncia que «no puede existir calumnia ni injuria cuando se imputan hechos que no son falsos y los hechos que se imputan en los vídeos controvertidos a los responsables del control de poblaciones de ungulados en el Parque Nacional de Monfragüe, o son ciertos, o en el peor de los casos no se ha demostrado ni se podría demostrar que sean falsos».
Fedexcaza, que ha mostrado su satisfacción ante esta decisión, afirma en nota de prensa que la Fiscalía «da un toque a la consejería porque lo que se achaca realmente en los vídeos a los gestores de Monfragüe es la utilización en los últimos tiempos de jaulas-trampa para el control de poblaciones de ungulados, y el riesgo de que puedan quedar atrapados ciervos en ellas y se ha demostrado cierto en el primer aspecto, y posible –por no decir que real– en cuanto a lo segundo».