Investigadores del Parque Nacional de Doñana han constatado que las liebres en este espacio natural protegido han experimentado un cambio en comportamiento y uso del hábitat. El estudio ha comprobado cómo la presión de los depredadores ha empujado a las liebres hacia áreas de matorral que antes no ocupaban y ha hecho que su actividad se haga más nocturna. Otras de las causas de la ocupación del matorral por parte de las liebres se debe a la disminución de la población de conejos, afectada por enfermedades como la mixomatosis y la neumonía hemorrágico vírica (NHV). Con relación a la mixomatosis en liebres, otro estudio acaba de desvelar algunas claves para entender mejor esta enfermedad.
Un equipo formado por investigadores de España y Sudamérica ha publicado un estudio tras examinar los patrones de actividad y uso del hábitat de los conejos (Oryctolagus cuniculus) y las liebres (Lepus granatensis) que viven en el Parque Nacional de Doñana. Para ello, coincidiendo con momentos del azote de enfermedades en lagomorfos, hicieron muestreos de población de ambas especies en dos periodos: 1984-1985 y 2015-2016. En el primero registraron una actividad crepuscular y nocturna de conejos y liebres, mientras que en el segundo periodo comprobaron cómo ambas especies se hacían más nocturnas. Además, mientras que los conejos ocupaban originariamente zonas de matorral y de la marisma adyacente, debido a las enfermedades y a la presión de los depredadores se ha visto cómo las liebres han ocupado las áreas de matorral en las que ha disminuido la población de conejos.
Los investigadores concluyen que las enfermedades que han diezmado a los conejos han permitido que las liebres ocupen zonas con vegetación arbustiva que eran exclusivas de los primeros. Los datos también muestran «la casi desaparición» en la zona de estudio del lince ibérico (Lynx pardinus) debido a la escasez de conejos, lo que ha propiciado el aumento de los depredadores generalistas. Este hecho, que ha aumentado la presión sobre conejos y liebres, ha “empujado” a estas especies a colonizar el matorral y a centrar su actividad en horas nocturnas.
La mixomatosis era una enfermedad asociada exclusivamente a los conejos hasta que en 2018 se produjo el primer brote que afectó a liebres. Desde un primero momento, entidades del sector de la caza comenzaron a investigar sobre esta nueva epizootia, y ahora, para conocer mejor cómo afecta esta enfermedad en la nueva especie afectada, varios investigadores han analizado los nuevos contagios en función de datos históricos de ambas especies, (registrados desde 1990) en la campiña sevillana. Los brotes de mixomatosis en liebres muestran un antes y un después entre ambas especies de lagomorfos.
Tras la aparición de la mixomatosis en liebres se ha comprobado cómo esta especie ha desaparecido de aquellas zonas que ocupaba con poblaciones de conejos. Esto demuestra que la enfermedad afecta más a las liebres que comparten territorio con los conejos y sugiere que, en ausencia de conejos, el virus tiene más dificultades para infectar a las liebres.
Hasta ahora se desconocía cómo había llegado la enfermedad mixomatosa a las liebres, y este estudio permite sacar conclusiones para explicar los brotes en la zona andaluza del estudio: «Se ha debido producir un salto directo, sin intermediarios, desde el conejo a la liebre, y además, el epicentro de todo ha debido estar en el Bajo Guadalquivir, tal y como apuntan otros trabajos», explica José Prenda, catedrático de Zoología en la Universidad de Huelva. El investigador añade que el salto de conejos a liebres se habría producido «a través de pulgas, mosquitos o alguna otra alternativa».
En el área de estudio murieron o desaparecieron todos los ejemplares infectados, sobreviviendo únicamente los conejos que mostrasen una respuesta inmune a la mixomatosis y aquellas liebres que no tuvieran contacto con conejos.