La Asociación para la Defensa del Mundo Rural (Alma Rural) es el colectivo de asociaciones y entidades en defensa del mundo rural que se manifestaron en Madrid el pasado 23 de enero y que reconocieron haber «conseguido el objetivo previsto de dar visibilidad a los problemas del rural y ahora el trabajo continúa» después de la protesta multitudinaria. Mediante un comunicado de prensa manifiestan su intención de seguir estando a favor de cualquier iniciativa que promueva la defensa del mundo rural y de nuestras actividades.
«Tenemos que estar por encima de las directrices y motivaciones particulares de cualquier colectivo que las promueva, llegando a lo realmente importante, que es el fin común y la defensa de las personas, de las familias, de los puestos de trabajo y forma de vida, así como de las actividades que conforman en mundo rural». Con estas palabras animan a continuar el camino ya iniciado que, dicen, ha puesto sobre la mesa «un mensaje claro que ha llegado a la sociedad y del que se han hecho eco todos los medios de comunicación, nacionales e internacionales».
Alma Rural explica que el movimiento iniciado, mediando con representantes de diversos ministerios como Agricultura, Transición Ecológica o Industria, está siendo fructífero por la receptividad que se tiene de las propuestas presentadas y alegaciones al Anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los animales en todo lo concerniente a normativas de caza, políticas agrarias, ganaderas o medioambientales, entre otras. Hay grupos parlamentarios con los que se están abordando estas cuestiones que «están aportando sentido común a estas iniciativas tan lesivas para la España rural y su futuro».
Desde la asociación afirman que «el camino es el trabajo y Alma Rural lo está haciendo desde el primer día».