Hablar de Jeep es hablar de todo terreno, no en vano en muchas ocasiones para hablar de un 4×4 se usa la palabra Jeep. Con el Grand Cherokee el fabricante americano está a la altura de los todoterrenos más lujosos del mercado, como Audi Q7 o BMW X5. Ligeros cambios exteriores e interiores actualizan un modelo que se codea con la élite del segmento.
Si al hablar de Jeep pensamos en un vehículo de grandes capacidades todo terreno, al hablar de Grand Cherokee lo hacemos de uno de los modelos más lujosos y polivalentes del segmento.
El modelo actual es el mismo que se presentase en 2013 pero que ha recibido ciertas actualizaciones estéticas que le sitúan de nuevo en la palestra. Esas novedades, como decimos, son estéticas, pero muy modernas, haciendo que el conjunto rejuvenezca a los ojos de todos.
Faros, llantas de nuevo diseño, aletines y detalles de parrilla en color mate, y unos acertados logos que nos dicen que Jeep es especialista en todo terreno desde 1941.
La actual generación es la más fastuosa de cuantas se han fabricado. Es moderno en todos los aspectos, empleando la última tecnología en todos los ámbitos: motor, confort y comunicación. A esto debemos añadir la polivalencia que significa ir en un coche que es capaz de llevarnos al teatro con la misma elegancia y distinción que al día siguiente nos lleva a una montería, sin que en ninguno de los momentos se encuentre fuera de lugar.
GRUPO FIAT
De todos es conocido que Jeep pertenece al gigante italiano Fiat. El primer beneficio se traduce en el empleo de un poderoso motor de seis cilindros en V con tres litros de capacidad y nada menos que 250 caballos.
Este motor destaca en muchos aspectos, el primero de ellos el silencio y tranquilidad que transmite al arrancarse, no se hace presente en el interior por rumorosidad.
La suavidad de su respuesta al inicio de la marcha nos hace presagiar una contundencia feroz si pisamos el acelerador a fondo, y cuando lo hacemos notamos la poderosa caballería que eroga. Bien es cierto que gracias a su cambio de marchas, un ZF de ocho velocidades, encontramos a este motor dispuesto en todo momento.
El manejo puede ser automático o manual. Yo me decanto por el automático, rápido y suave, y se adelanta incluso a la acción del conductor, pues una leve presión sobre el acelerador le basta para reducir marchas y disponerse a la entrega de potencia que se necesita. Los pasos entre marchas apenas se perciben, por lo que es el indicador de marchas el que nos ‘chiva’ que ya vamos en sexta, séptima u octava velocidad, no habiendo notado las transiciones.
Desde las levas podemos actuar en el cambio en el momento que queramos, por si en alguna carretera más revirada queremos simular el empleo de un cambio manual y pasar de una marcha a otra a nuestro antojo.
El cambio busca siempre las marchas más largas para beneficiar el consumo, que en viaje puede bajar a unos 7,5 litros, pero el consumo combinado se sitúa en torno a los 9,5 litros, que no podemos juzgar de elevado dado el peso, tamaño y la potencia que tiene.
SELECT TERRAIN
El Select Terrain es un mando giratorio que nos permite manejar las distintas opciones de la transmisión a las cuatro ruedas. Quizá la mejor forma de explicarlo sea decir que gracias a él este lujoso todoterreno es capaz de superar trialeras, rocas, barro, circular por nieve, o transitar por dunas.

El mando tiene cinco posiciones: auto, nieve, barro, arena y rocas. Además, se dispone de reductoras y bloqueo de diferencial central para asegurar el reparto de fuerza al 50/50 entre ambos ejes.
El mando tiene cinco posiciones: auto, nieve, barro, arena y rocas. Con cualquiera de estos modos se modifican la altura de la carrocería (la altura al suelo en el modo rocas llega a los 28 centímetros), el ESP, la dirección y el sistema de tracción, para que el Grand Cherokee sea realmente efectivo, superando con ‘pavorosa tranquilidad’ los obstáculos que se encuentre en su camino. Además, disponemos de reductoras y bloqueo de diferencial central para asegurar el reparto de fuerza al 50/50 entre ambos ejes.
El desarrollo de este sistema electrónico, que otros fabricantes también montan con idéntico (o casi) funcionamiento, permite que el conductor se pueda limitar apuntar con el volante por dónde quiere pasar y olvidarse de si ahora hay que hacer esto o aquello.
En carretera el comportamiento del Grand Cherokee es magnífico también, dejando claro que las carreteras de amplio trazado son las idóneas para él, por confort, aplomo y calidad de rodadura. En las más retorcidas su excesivo tonelaje se hace notar desde las primeras curvas y la suspensión neumática peca de algo blanda, aun en la altura aerodinámica donde pierde 1,3 cm respecto de la altura normal.
El Grand Cherokee tiene un comportamiento similar al de una gran berlina de lujo donde el confort interior y el aislamiento del exterior son las máximas premisas.
El acabado Summit es el más alto, con un equipamiento elevado incluso para los más sibaritas, hasta volante calefactable para esas mañanas de frío. La pantalla al principio puede resultar abrumadora y de manejo complicado, pero a poco tiempo que le dediquemos descubrimos un sinfín de configuraciones útiles, algunas de ellas, como el tiempo o los atascos, si conectamos nuestro móvil por bluetooth y le permitimos el acceso a los datos.
En definitiva, un coche ideal si queremos combinar los placeres de una berlina de lujo con las capacidades de un todoterreno, sin llegar a la estridencia de alguno de sus rivales, y sin olvidar que no hace falta acudir a la versión más equipada para disfrutar de sus muchas virtudes en asfalto y campo ya que solo renunciaríamos a equipamiento.