En más de una ocasión nuestra jornada de caza se ha convertido en un mal recuerdo, especialmente cuando, al día siguiente, comprobamos resignados lo sucio que está nuestro vehículo. Pero no nos engañemos, es algo que se puede evitar si tenemos cuidado y adquirimos algún que otro complemento que nos será de gran utilidad.
Muchos dicen que las mejores jornadas cinegéticas terminan al día siguiente, cuando llevamos a lavar el coche con la satisfacción de rememorar lo bien que lo pasamos cazando. Sin embargo, poco a poco, este recuerdo se empaña por completo cuando somos incapaces de acabar con esa mancha impregnada en la tapicería.
Y por muy bien que se nos dé lo de limpiar, el coche nunca queda como antes, pues alguna nueva e inoportuna huella nos recordará lo bien que lo pasamos aquella jornada. Pero no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia.
Por eso, si ponemos un cuidado especial, y con los medios adecuados, podemos evitar situaciones como ésta y dejar de pensar que el mejor coche para ir de caza es el de un amigo. Bromas aparte, incluso hay personas que prefieren comprarse un vehículo de segunda mano para dedicarlo exclusivamente a la caza.
Es el caso de un amigo mío, que adquirió un Ford Explorer baratísimo para tal fin. No lo lavó nunca… ¡pueden imaginarse lo que era montarse en él! Ni en invierno podía aguantarse aquel olor… ni con las ventanillas bajadas.
Para evitar todo esto, y teniendo en cuenta que la mayoría de los cazadores utilizamos el vehículo que nos llevamos al campo el fin de semana para viajar con la familia a diario, a continuación les presentamos una serie de artículos específicos que nos ayudarán a viajar más cómodos y seguros y a mantener nuestro vehículo en buenas condiciones.
1. LAS FUNDAS.
Ideales para proteger los asientos.
Particularmente aconsejo unas, no muy caras, que al estar plastificadas son resistentes al agua. De esta manera, si llueve evitan que la tapicería se moje y se manche de barro.
Y además se lavan con facilidad.
Las hay que tapan todo el asiento y tienen agujeros para usar sin problemas los cinturones de seguridad. Es cierto que son algo antiestéticas, pero evitan que los asientos se ensucien, y eso, al fin y al cabo, es lo que estamos buscando.
2. TODO PARA NUESTRA MASCOTA
El perro, ese gran compañero de caza y también el “marqués” de la casa, es en muchas de las ocasiones uno de los grandes responsables de la suciedad que va acumulando nuestro vehículo jornada tras jornada. Pero, antes de nada, debemos recordar que nunca debe ir suelto en el habitáculo del coche, pues, según el Reglamento General de Circulación, el conductor “deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos”.
No cumplir con esta norma puede costarnos 100 € de multa… ¡o incluso 200! Y es que llevarlo en el regazo es considerado una negligencia, siendo una acción constitutiva de una infracción grave. Pero no es tan sólo la cuestión económica, pues en el caso de que tengamos un accidente a unos 50 km/h, por ejemplo, el peso del perro se multiplicaría… ¡por 35! Por lo que suelto en el interior del vehículo se convierte en un objeto que impactaría con un peso superior a la… ¡media tonelada!
Las soluciones son variadas: desde un arnés de seguridad que se engancha al cinturón hasta la típica red de separación que se coloca entre el maletero y el habitáculo o entre la parte delantera y trasera del vehículo.
Hay redes de muchos tipos y precios, desde las universales a las específicas de cada fabricante para nuestro modelo de coche. Cualquiera es útil, práctica y muy fácil de montar. También está la opción del transportín o la jaula, un método muy seguro por muy incómodo que pueda parecernos.
Y por último, y la más aconsejable, es la del remolque, en cuyo caso deberíamos instalar la bola a nuestro vehículo. Incluso existen en el mercado “transportines” que se acoplan a la bola del remolque.
En este último caso, debemos tener cuidado para no tapar la matrícula y emplear la placa V20. Algunos llevan las luces y el soporte de matrícula integrados, por lo que únicamente nos hará falta la placa V20. En tiendas especializadas también podemos encontrar una amplísima parafernalia de pisos para que nuestras mascotas viajen cómodamente.
3. CONTRA EL BARRO DE NUESTRO CALZADO
El juego de alfombrillas original del vehículo suele deteriorarse precipitadamente, por lo que unas de goma que situemos encima nos ayudarán a salvaguardar las de uso diario. Asimismo, en el maletero también es importante contar con una buena funda.
Puede ser la específica para nuestro modelo de coche, que será más cara pero tremendamente eficaz al no dejar resquicios libres, o una universal.
Otra solución puede ser la colocación de una lona o un plástico, aunque posiblemente algún día fallará.
4. UN BOTIQUÍN IMPRESCINDIBLE
Por cuestiones de seguridad, siempre hemos de llevarlo en el coche y echar mano de él cuando nos haga falta, siendo muy importante reponer todo aquello que vaya caducando con el paso del tiempo.
Y para nuestro perro no deben faltar alcohol en spray, anti-inflamatorio e incluso pastillas para las mordeduras de serpientes. Lo mejor es preguntar a nuestro veterinario para que nos indique qué debemos llevar en él.
5. ¿DÓNDE LLEVAMOS LAS ARMAS Y MUNICIONES?
Siempre debemos llevar nuestra escopeta o rifle descargado en su funda de transporte correspondiente, ya sea para desplazarnos a la armería, al coto o donde sea.
Y es que la legislación actual califica como falta grave transportar armas y otros medios de caza listos para su uso en cualquier tipo de vehículo.
Debemos evitar dejar el coche aparcado con las armas en su interior, pues podría acarrearnos una importante multa.
En cuanto al transporte de la munición en el coche, no debemos llevar cartuchos sueltos, sino que lo aconsejable es que vayan correctamente colocados en su caja o en cajones especiales para tal fin. Nunca la dejaremos expuesta al sol o en zonas de altas temperaturas, pues ello podría propiciar su detonación y provocar un grave accidente.
6. ¿Y QUÉ HACEMOS CON LAS PIEZAS DE CAZA?
Sin duda, también son una fuente de suciedad importante para nuestro vehículo. Por ello, un simple cajón nos valdría para transportar las piezas, manteniendo así limpio nuestro coche. Este cajón debe ajustarse al tamaño de las piezas que vayamos a cobrar, ya sean especies de menor o mayor.
La mayoría de ellos suelen ser herméticos, cuentan con candado e incluso cumplen con las medidas establecidas para su transporte aéreo. Y también podemos encontrar en el mercado bolsas plegables, que no ocupan mucho espacio.