Caza menor nacional
El descaste de conejos ¿Es una modalidad siempre adecuada?
La verdad es que en la mayorÃa de cotos se pide el descaste como costumbre para poder pegar algún tiro antes de la media veda e irnos quitando el gusanillo, pero realmente, excepto en zonas donde los daños a la agricultura quitan el sueño a los titulares de cotos, lo solicitamos tengamos mucha o poca densidad.
Las comunidades autónomas, como en principio podrÃa parecer lógico, varÃan las fechas de este perÃodo, pero realmente deberÃan estudiar cada zona o comarca, pues en una misma comunidad hay zonas donde deberÃa cazarse todo el año y otras en las que no se deberÃa autorizar el descaste.
Por ejemplo, en AndalucÃa podemos practicarlo desde principios de agosto hasta finales de noviembre; sin duda deberÃa comenzar antes. En Castilla-La Mancha, del 1 de junio al 15 de agosto; quizás algo pronto teniendo en cuenta que las enfermedades que amenazan a la especie pegan su último pico a comienzos del verano. En Castilla y León, en cambio, según las autorizaciones tramitadas en cada coto podremos practicarlo todo el año, mientras que en Madrid comienza a mediados de junio y finaliza a últimos de julio, y asà en cada comunidad autónoma.
El descaste de conejos es una buena práctica como modalidad de caza, centrada en controlar la densidad de poblaciones en incremento y prevenir explosiones demográficas de esta especie que puedan causar desastres en relación a los daños en la agricultura. Sin duda los gestores de cada coto, y los propios cazadores, los que pisan el campo, ven cada dÃa cómo es el estado de sus poblaciones.
Aunque, generalmente, según nos dirigimos hacia el sur las fechas se adelantan en el calendario, fruto de, principalmente, la diferencia de temperaturas; en el norte suelen llegar más tarde el celo, las parideras y en general las etapas biológicas de cada especie. Aun con estas pautas generales, cada comunidad autónoma y cada región es un mundo, pues lo que manda será el clima.
Asà tendremos en cada coto las cifras máximas de partos, de picos de afección de enfermedades, de falta de recursos alimenticios y demás acciones condicionadas por el clima. En base a estos hechos, cada gestor deberá decidir sobre la adecuación de cazar el descaste en su coto, y cuándo hacerlo. El tipo de cultivos de la zona y los daños a los mimos, como es lógico, serán un factor importante a la hora de planificar la caza en el descaste.
UNA CAZA RESPONSABLE
Los cazadores, y más con los tiempos que corren, debemos practicar una caza basada en criterios técnicos, y de ahà la importancia de la ordenación cinegética como tal y no como se practica en muchos sitios, para salvar el tipo. Como he comentado, la finalidad del descaste es el control de las poblaciones, por eso no debemos acostumbrarnos a practicarlo por sistema, porque asà podemos aprovechar las poblaciones antes de que en verano no quede ni uno, o simplemente por tener más dÃas de caza o sacar un “dinerÃn†vendiendo acciones.
La práctica de un descaste innecesario nos puede dejar sin efectivos para la temporada general, y dejar incluso la población bajo mÃnimos. Por este motivo debemos ser conscientes del estado de la población antes de cazarla y asegurarnos de practicar los métodos y cupos más adecuados a nuestros objetivos de gestión.
El descaste es una modalidad ideal para aprender, para cazar con padres y maestros de la venatoria y disfrutar del campo, pero hay que extremar las precauciones. El calor y las garrapatas serán nuestras compañeras de viaje, y debemos aprender a convivir con ambos. No debe faltar el agua fresca en el morral, un buen producto antimosquitos y garrapatas, y una buena gorra o sombrero que nos proteja del sol; aunque no se debe cazar más allá de la media mañana, antes de que empiece a apretar, y por la tarde lo haremos a última hora, cuando ya no pega tanto el sol.
Si cazamos en aquellas comunidades que en estas fechas permiten perro, a no ser que contemos con muchos puntos de agua en el coto, deberemos llevar también agua para nuestro compañero de fatigas si queremos evitarnos algún susto.
Todo cazador que comience su actividad no solo debe aprender las técnicas y precauciones que debemos poner en práctica en el campo, sino también a preparar las piezas cobradas, algo importante pues los cazadores aprovechamos la carne de la caza que abatimos y no debemos descuidar las capturas en esta época de calor, pues se echarán a perder. El destripar los conejos cobrados y guardarlos adecuadamente para evitar las moscas es algo imprescindible en el descaste.
DÓNDE BUSCARLOS

Las zonas más verdes y frescas serán las querencias más frecuentes en verano, asà como las cercanÃas de las charcas.
Ya conocemos nuestro coto, pero conviene recordar las zonas más querenciosas de la especie. Las zonas frescas donde se refugian del calor, los linderos que ofrecen protección, las zonas de agua, o los rastrojos recientes son zonas donde podremos detectar más fácilmente a los conejos.
Si una finalidad del descaste es controlar los daños a la agricultura, se deberán centrar los esfuerzos de caza en aquellas zonas cercanas a los cultivos más apetecibles para este lagomorfo.
Debemos tener en cuenta la compatibilidad de los diferentes recursos cinegéticos que tengamos planificado aprovechar. Si en nuestro acotado tenemos pensado tirar la media veda, no debemos cazar el descaste ni en las zonas donde acudan a comer las aves, ni en los dormideros, ni en general en las fechas previas a la apertura de la misma, pues sin duda afectará al éxito de nuestras futuras jornadas de palomas, tórtolas o codornices.
RECOPILACIÓN DE DATOS
En general todos los datos de capturas son de gran utilidad para evaluar cómo se está cazando en el coto y cómo debemos planificar la caza en años futuros. En este sentido el descaste no es una excepción; el recoger las cifras de las capturas por zonas es una acción que no requiere un especial esfuerzo para los cazadores y que será de gran ayuda para el técnico que planifique la caza en el coto.
COMPETIDORES
Uno de los factores que debemos tener en cuenta es la predación en nuestro acotado, pues todo animal vÃctima de la misma es un efectivo menos que aprovechar en la acción de la caza hasta llegar al umbral del cupo permisible.
En concreto en Castilla-La Mancha y Madrid, pero sobre todo en La Mancha avanza la progresión de una especie letal para el conejo, el meloncillo. Esta especie además está colonizando zonas nuevas en las que, tanto sus vÃctimas como los cazadores, no están acostumbrados a su presencia. La Administración muchas veces no regula su control, pues no contempla su existencia, y los cazadores no dominan los métodos de control más adecuados a la misma, pues nunca la han tenido en sus cotos.
Ante la aparición de una especie de este tipo, debemos apresurarnos a notificar su presencia a la Administración competente y a solicitar los permisos pertinentes para su control, no solo como predador sino como especie invasora.
También debemos controlar a los predadores comunes, en el caso del conejo, el zorro, la urraca, gatos y perros asilvestrados, etc. Un mantenimiento adecuado del control de predadores supondrá una mayor disponibilidad de efectivos susceptibles de ser aprovechados cinegéticamente y mayor densidad a la hora de afrontar un brote de la enfermedad hemorrágica vÃrica, o incluso la mixomatosis.
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