A lo largo de su historia, Winchester ha creado magníficas armas y municiones. Buen ejemplo ello es el cartucho .270 Winchester que, después de más de 90 años desde su lanzamiento, sigue siendo una de las municiones de caza mayor más utilizadas en todo el mundo.
Aunque se considera que el .270 Winchester utiliza la vaina del .30-06 modificada para que acepte proyectiles de calibre .277 (7,04-7,06 mm), lo cierto es que su vaina es más larga (mide 64,52 mm en vez de 63,35 mm).
Esto es así porque, en realidad, para crearlo se utilizó la vaina del .30-03, que es el cartucho a partir del que se origina el .30-06, cuya vaina era casi dos milímetros más larga (65,1 mm) que el de este último.
El desarrollo de la munición comienza en 1923 y culmina en 1925, año en que es lanzado al mercado junto con el rifle de cerrojo Winchester modelo 54.
Aunque inicialmente le cuesta competir con el .30-06, a medida que los norteamericanos van conociendo el cartucho, gana popularidad rápidamente como munición para disparar a larga distancia porque con su bala de 130 grains, con la que es posible abatir toda la fauna de tamaño medio, desarrollaba una velocidad inicial de unos 940 metros por segundo.
Además, esta bala describía una trayectoria más plana que las balas del .30-06, siendo posible utilizarlo con las municiones de la época hasta unos 250 metros.
Hay que tener en cuenta que en el momento de su lanzamiento, ni durante muchos años después, no existía en el mercado ningún cartucho con prestaciones similares por lo que no solo encandiló a los cazadores de la época, sino también a escritores especializados en armas, como Jack O´Connor, quienes también lo popularizan a través de sus escritos.
Y por supuesto, su buena acogida entre los cazadores hace que poco a poco los demás fabricantes de armas lo adopten y también los fabricantes de municiones, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, pudiendo decirse 91 años después de su lanzamiento que no existe hoy fábrica de armas o de municiones (ni empresa de recarga) que no ofrezca rifles o cartuchos (o material para recarga) de este calibre.
Inicialmente se ofreció con la citada bala de 130 grains y con la de 100 grains para las piezas más menudas, pero pronto se cargó con bala de 150 grains y, más modernamente, con bala de 140 grains.
Hoy además se carga con balas libre de plomo (de cobre) que pesan menos de 100 grains, caso de la que comercializa SAX de 95,7 grains (el proyectil KJG-SR).
Y lo más importante, modernamente se ofrece con numerosos tipos de proyectiles tip, esto es, con punta aguda de polímero y cola de bote, que han mejorado notablemente la trayectoria de los modelos originales, y por tanto sus prestaciones como munición para tiro a larga distancia.
Cabe añadir que, curiosamente, el diámetro del proyectil que monta (277 milésimas de pulgada) no es usual en la historia de las armas de caza de origen anglosajón ni europeo, pues cuando son del calibre 7 mm utilizan balas del calibre .284 (7,23 mm).
Parece ser que sí lo utilizaba ya en el momento de su aparición una munición militar china que empleaba una vaina de 57 mm de longitud, pero el caso es que no se sabe realmente si Winchester conocía la existencia de este diámetro de bala o no.
De todos modos, en cualquier caso, lo cierto es que los proyectiles de .277 vuelan muy bien, son muy precisos y resolutivos y le permitieron a Winchester crear una munición muy polivalente y apreciada en un país como EE.UU., que tiene fauna muy variada.
CUATRO PESOS DE PROYECTIL
Como hemos apuntado, la cartuchería convencional, esto es, con núcleo de plomo del calibre .270 Winchester se ha cargado con los pesos de 100, 130 y 150 grains en un primer momento y después con bala de 140 grains.
-100 grains. Es una bala para caza varmint o caza de predadores, que vuela a 1.061 metros por segundo, aproximadamente. Y es tan ligera y poco consistente que no se puede emplear en caza mayor porque no penetra, sino que explota al chocar contra el animal, hiriéndolo. Es una bala para cazar zorros y animales de tamaño similar o inferior que no es ya frecuente, aunque se puede conseguir como componente de recarga.
-130 grains. Bala de caza mayor ideal para uso general en caza a rececho del calibre en cualquier animal de talla media que se cace a rececho, hasta el tamaño de un ciervo. En el caso de España su uso estaría indicado en la caza a rececho de cualquier pieza española, desde el corzo al venado. Esta bala vuela a unos 935 metros por segundo y no está diseñada para ser usada a corta distancia. Es el proyectil más popular que monta el calibre.
-150 grains. Cuando la bala de 130 grains se utiliza en un animal pesado, sobre todo si se dispara a corta distancia, como un ciervo o un jabalí, debido a la alta velocidad y al relativo poco peso de la bala, esta puede desorganizarse (*) y perder su capacidad de penetración. Así lo constataron los primeros cazadores que utilizaron este calibre, por lo que Winchester lanzó al mercado la de 150 grains, que vuela a 867 metros por segundo, penetra bien en animales pesados y no se desorganiza cuando impacta en ellos a corta distancia. Sería la bala, por tanto, que en caso de utilizar este calibre en montería, deberíamos usar (así como la adecuada para realizar una espera de cochinos), pero teniendo en cuenta que el .270 Winchester no es un cartucho adecuado para cazar en montería, aunque en España se haya usado mucho.
-140 grains. Además de estos tres pesos de proyectil, hoy día también se carga esta munición con balas de 140 grains, que en teoría tienen prestaciones intermedias entre las de 130 y 150. En la práctica, el cazador debe tener en cuenta el diseño de estas balas, no solo su peso, y sobre todo si tira a corta distancia no utilizar balas que sean muy expansivas, aunque sean de 140 grains, porque la velocidad a corta distancia sigue siendo muy alta y pueden desorganizarse.
(*) Nótese que lo dicho sobre la expansión excesiva de la munición de 130 grains no es en absoluto un defecto de la munición, sino un mal empleo, al utilizarse a corta distancia un calibre rápido cargado con una bala ligera.