Presentada como “la escopeta más rápida del mundo”, pues es capaz de disparar 5 tiros en 0,48 segundos, la famosa marca norteamericana lanzó al mercado la escopeta semiautomática modelo SX3, provista de un nuevo cañón y mecanismo de gases que le proporcionaba un funcionamiento muy fiable, además de rápido, por lo que rápidamente se granjeó la fama entre los cazadores de todo el mundo.
Desde entonces se ha fabricado en innumerables versiones, siendo la Field Black Shadow, cuya prueba tratamos en estas notas, una de las más modernas.
Otro punto fuerte de esta escopeta es que todas sus versiones, independientemente de su acabado, se caracterizan por ser muy ergonómicas y por estar bien equilibradas. En concreto, la SX3 Field Black Shadow, que, como todos los productos Winchester y Browning, la importa a España Aguirre y Cía, posee guardamanos y culata de madera con una empuñadura, dimensiones y picados estudiados para conseguir unos encares muy rápidos e intuitivos, así como un excelente agarre y un manejo muy cómodo.
LIGERA Y DE BAJO RETROCESO
Son además escopetas muy ligeras que tienen un retroceso moderado, sobre todo con la cartuchería 12-70, lo que permite utilizarlas indistintamente desde puesto fijo o para cazar en mano.
Efectivamente, el modelo probado solo pesa unos 3,0 kilogramos debido a que la carcasa es de aleación, a que utiliza maderas de baja densidad, así como tubo del cargador de aleación ultraligera y un cañón con un perfil optimizado.
Con este peso, las Winchester SX3 deberían poseer un retroceso considerable con las cargas potentes del 12-70 y, sobre todo con las del 12 Magnum, pero no es así. Esto se debe en gran medida a que su pistón, denominado Active Valve, regula automáticamente la entrada de gas que se utiliza para el funcionamiento de la escopeta, de modo que cuando se disparan cargas muy potentes sólo una pequeña parte de los gases se utilizan para armar el mecanismo y el resto es evacuado.
Pero, además, esta escopeta Winchester utiliza un cañón de ánima ancha (tecnología Back-Bore) que también consigue reducir el retroceso y, según el fabricante, también el rozamiento de los perdigones, lo que favorece que se mejore el plomeo (porque, lógicamente, los perdigones se deforman menos) y aumente la velocidad y la penetración.
Winchester (o mejor dicho, el Departamento de Investigación y Desarrollo de Browning International, que ha sido quien ha testado y aprobado este tipo de cañones) estima que el cañón Back-Bore reduce el retroceso un seis por ciento.