Con el coche en marcha, este cazador extremeño consigue hacer algo insólito gracias a su habilidad y al celo animal. A pesar de que el ruido del motor enturbia el escenario, un macho encelado de codorniz anda buscando pareja en el refugio de la siembra. Raúl Rodríguez sabe que cada primavera reclaman en estos parajes las avecillas llegadas de África. Recuerda cuando salía a cazarlas con su abuelo —son vivencias que contará de su puño y letra pronto en Trofeo Caza—, y su habilidad reclamando consigue acercar al macho a pocos metros. Como buen cazador, ahora en tiempo primaveral, desea suerte a la avecilla en sus escarceos amorosos.