Está comprobado cómo los linces controlan al resto de carnívoros en los territorios donde se asientan. Sus competidores más directos son zorros y meloncillos, pero hay otros carnívoros que los linces también quieren eliminar por ser competidores de sus presas.
Este impresionante momento muestra primero a unos de los competidores más eliminado por los linces, el meloncillo. Luego vemos cómo un lince, agazapado pero delatado con ojos brillantes por la luz infrarroja de la cámara, acecha a un tejón con la intención de matarlo. El gran gato se abalanza sobre el poderoso mustélido con la potencia y agilidad de un felino, pero se enfrenta a una de las mandíbulas y garras más poderosas de la península ibérica.