Los prismáticos Kahles Helia se caracterizan por ofrecerse con lentes de primera calidad y con una correa de cuero y de fieltro, así como con protectores de loden para los oculares y objetivos que son totalmente silenciosos.
Me alegré mucho cuando supe que Borchers, S.A., la empresa que comercializa la marca en España, nos enviaba el ejemplar que les presentamos para que pudiéramos probarlo.
COMPLETO EQUIPAMIENTO
El producto viene embalado en un estuche de cartón de primera calidad que contiene:
-Los prismáticos, que son de puente abierto y poseen armazón de magnesio y cuerpo engomado de color marrón arena.
-Una correa, regulable en longitud, de cuero con protección para la zona del cuello de lana de fieltro, también de color marrón arena, que posee por la parte exterior el logo del fabricante.
-Protectores de tejido loden para los oculares y objetivos del mismo color y que, como la correa, se tienen que montar en los prismáticos (prismáticos, correa y protectores vienen por separado).
-Una bolsa de color negra de tejido muy suave (que también lleva el logo de Kahles) para guardar en su interior los prismáticos con la correa y los protectores montados.
Además, se suministran unas tapas plásticas de color negro para el ocular y objetivos convencionales, por si el usuario no desea utilizar los protectores de loden, así como la garantía, el manual de instrucciones y las instrucciones de montaje (muy fácil) de los protectores de loden: se colocan primero en el ocular y en los objetivos y luego se coloca la correa.
De este modo, los protectores se quedan enganchados de la correa cuando se está observando y así se evita que se pierdan.
DISEÑO COMPACTO Y ERGONÓMICO
Tanto los binoculares propiamente dichos como cuando se usan con la correa y con los protectores, son muy ergonómicos. El cuerpo de los binoculares posee rebajes para apoyar los pulgares y son muy ligeros (750 gramos) y equilibrados, de modo que al llevarlos a los ojos se localizan fácilmente los objetos que se quieren observar. A esta sensación de «buen encare» contribuye también que el campo visual es muy amplio, como es típico de Kahles: 126 a 1000 metros.
Igualmente, la rueda de enfoque (de grandes dimensiones y moleteada) permite enfocar con precisión y rápidamente desde una distancia mínima de 2,1 metros hasta el infinito, por lo que los Kahles permiten hacer macroobservaciones de flores u otros detalles pequeños.
Son, además, muy compactos: 150 milímetros de longitud total x 127 mm de ancho.
Los protectores de loden (protegen de arañazos y también de la suciedad y de la lluvia) se pueden retirar rápidamente tirando de una lengüeta que queda situada cerca de la rueda de enfoque. No hacen ruido ni al desacoplarlos ni al entrar en contacto con la correa, que, gracias a su protector de lana de fieltro, no molesta en el cuello ni en los hombros. Colocarlos de nuevo en su sitio es fácil e igual de silencioso, pero la operación requiere algo de más tiempo.
AVANZADA TECNOLOGÍA
Y lo más importante, los nuevos Kahles Helia destacan por su excepcional calidad de imagen, propia de una empresa que lleva fabricando productos ópticos desde finales del siglo XIX, pues fue fundada por Karl Kahles en 1898 y desde entonces ha patentado sistemas ópticos y ha cosechado muchos éxitos en este campo, en el que posee una dilatada experiencia.
En concreto, estos nuevos binoculares poseen una nueva tecnología de lentes que permiten ver las imágenes con una luminosidad totalmente natural (como si se estuvieran observando con los ojos), así como con una gran nitidez tanto durante el día como cuando la luz ambiente es escasa.
Detalle que es especialmente interesante tanto para cazadores que practican el rececho como para observadores de la naturaleza, porque los Kahles Helia reproducen fielmente los colores de las imágenes de animales, plantas, pájaros, etcétera.
De todas maneras, debido al gran campo visual de estos prismáticos no solo son útiles en caza a rececho, sino también en montería, en la que permitirán observar las escenas con una fidelidad de color total. Cabe añadir que son resistentes al empañamiento e impermeables.
PRUEBAS DIURNAS Y AL ATARDECER
Como sus objetivos de 42 mm no son apropiados para hacer observaciones nocturnas, las pruebas las he realizado durante el día y al atardecer en un parque cercano a donde resido y desde la terraza de mi edificio, que permite hacer observaciones muy lejanas de paisajes del citado parque y de la ciudad de Madrid.
La idea era comprobar que las imágenes se reproducen con una luminosidad y color totalmente naturales y comprobar el efecto «macro» utilizando su enfoque a la distancia mínima.
Cabe añadir que además de en 8×42 los nuevos Helia también se ofrecen en 10×42, más apropiados para rececho y para realizar macroobservaciones, pero ya no tanto para disfrutar observando paisajes ni para cazar en montería, porque su campo de visión es inferior: 114 metros a los 1000 metros.
En suma, los nuevos Kahles Helia sorprenden doblemente por la alta calidad de sus lentes como por su novedoso equipamiento con aspecto rústico.
Que ustedes los disfruten.