Opinión Tico Medina

Carta a mi querido hermano el jabalí

¿Por qué, SIN SER un gran cazador, si acaso un viejo alimañero, te escribo esta carta de otoño…? La verdad es que mi pregunta tiene trampa, porque también tiene respuesta.

Cazar para comer, la carne de caza está de moda

De un tiempo a esta parte la caza llega a los platos más rigurosamente originales con más frecuencia; y, de hecho, y de derecho, con más eficacia.

Vendiendo la piel del oso

Que, como ustedes saben, y sobre todo en este oficio nuestro, de los contadores de historias, es lo que habitualmente venimos haciendo desde que Eva engañó a Adán, aunque no se sabe si no ocurrió al contrario. Lo que sí se sabe en la crónica negra del mundo entero es que Caín mató a Abel con una quijada de burro, la primera crónica de caza de la historia.

Ahora resulta que las leonas son “biâ€.

Osea. Lo que dicen los sabios expertos en leones, que los hay –que yo he conocido en Guinea Ecuatorial a un experto, Bubi, en ‘mierda de elefante’– es, copio literalmente: «Las leonas se dejan la melena más larga para seducir a otras leonas, con las que en más de una ocasión llegan incluso a aparearse».

Mi abuela tenía un hurón…

Era un hurón con una rara belleza, feroz belleza, porque la piel era digna de ser como la del visón. Un día vi una dama dentro de una capa de lince y sentí un escalofrío, las cosas como son; como aquel otro día que cené con un torero importante en su finca cerca de Madrid, oigan, con una pared llena de trofeos de avutardas, y miren que me la juego escribiendo esto en estas páginas, y en una revista que se llama como se llama…

Polvo de cuerno de unicornio

Osea. Si yo digo, título, solamente «el polvo del unicornio», habría dado lugar a otro tipo de interpretaciones; pero si especifico, aunque sea algo más largo, que se refiere solamente, únicamente, al polvo del cuerno del unicornio, está claro que se refiere de una manera decisiva a esa harina que se viene alcanzando, a veces o siempre, con una gota de sangre dentro, sangre humana digo.

La cabeza -cortada- del lobo

Como uno, al menos yo, solo tiene una vida que contar, que no es poco, siempre o, con frecuencia, a veces, me repito. Me copio a mí mismo. Pero en muchas ocasiones la actualidad te hace recordar aquello que ya contaste. Como ahora es el caso. Porque esa cabeza de lobo, colgada de un gancho en una carretera de España, me ha sobrecogido.

No son águilas, son drones

Auténtico, está ocurriendo. Resulta que un amigo mío, de los que saben lo que hacen habitualmente los quebrantahuesos, que para eso es oriundo de la Sierra de Cazorla y un experto, además, en la caza de las mariposas, me comentaba hace unos días: “Estaba yo vigilando en el aire a los quebrantahuesos cuando, de pronto, ¡veo que un águila se precipita sobre mí!, lo que nunca me había ocurrido aunque llevo ya más de medio siglo pateando las sierras….