El valenciano Josep Escandell priorizará mejorar la imagen de la caza ante la sociedad y que todos los cazadores españoles se sientan representados en la Real Federación Española de Caza (RFEC) como principales objetivos durante su mandato al frente de la entidad que acaba de comenzar. Así lo ha destacado durante la presentación de su proyecto a medios de comunicación, que ha tenido lugar este jueves en la sala de juntas de la RFEC en Madrid.
Escandell entiende que cambiar la imagen de la sociedad sobre la caza “redundaría en políticas más favorables, y estas en normativas racionales y propicias para el sector, un cambio de contexto que además propiciaría la incorporación de nuevas generaciones de cazadores”.
Ingeniero de montes, con un máster en gestión cinegética, y tras más de siete años dirigiendo con notable éxito la Escuela de Caza de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana (FCCV), ha destacado que apostará por el modelo aplicado en la FCCV, basado en la proactividad, en escuchar a la gente y en el contacto directo con el cazador de a pie.
Su propuesta recoge las necesidades manifestadas por todas las federaciones autonómicas de caza, y potenciará la asamblea y el comité interautonómico como herramientas de fiscalización y de toma de decisiones, priorizando la participación, la transparencia y el autogobierno.
Respecto a los motivos que le han llevado a presentar su candidatura a la presidencia de la RFEC, Escandell ha reconocido que ha percibido que su forma de vida, “representada en la caza de la codorniz, la tórtola o el zorzal, está amenazada por un contexto social, político y legal adverso. Frente a ello, siento la necesidad de actuar, y asumo que el mejor modo de revertir la situación es implicarme al máximo nivel. Centraré mis esfuerzos y mi trabajo en los niveles estatal y europeo, donde se cuecen las normas anti-caza”, ha añadido.
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La competición, ha detallado, se encuentra inmersa en “una crisis de credibilidad, percibida por todos los estamentos, desde la base de federados hasta los órganos directivos autonómicos. Los factores son múltiples y complejos, pero todos acarrean como resultado el deterioro de la imagen de la federación”.
En este escenario, abogará por revitalizar el mundo de la competición, “reforzando sus interacciones con la caza social y generando los canales de conexión entre lo que constituyen las dos caras de una misma moneda. Una reforma integral exige de una diagnosis profunda, y de la participación de todos los agentes y actores implicados, desde los deportistas de alto nivel hasta la base de federados. Desde los jueces y árbitros hasta los órganos directivos”, ha concluido.