Mariano Aguayo, fallecido a los 92 años en Córdoba, deja un legado invaluable como pintor, escultor y escritor especializado en temas de caza y naturaleza. Con una carrera marcada por su habilidad para capturar la esencia de la vida rural y el mundo cinegético, Aguayo fue un pilar en el arte cinegético español y en la conservación de la tradición. Su arte y literatura reflejan una comprensión profunda del entorno natural, y su impacto perdurará en la comunidad de cazadores y amantes de la naturaleza.
Entre sus obras más conocidas, destacan “Pinturas de caza” y “Cuadernos de un cazador”, en las cuales Aguayo ilustra con maestría escenas de caza y paisajes naturales, así como la fauna ibérica que siempre admiró. Su estilo, realista y detallado, se caracterizaba por la sensibilidad hacia el entorno rural, y su habilidad para representar la vida silvestre en su hábitat natural lo llevó a ser ampliamente valorado en el mundo cinegético.
A lo largo de su trayectoria, Aguayo recibió varios premios y reconocimientos por su contribución al arte y a la literatura de caza. En 1985, fue galardonado con el Premio Nacional de Pintura Cinegética, consolidando su posición como referente en este ámbito. Su contribución también se extendió a sus libros y artículos, que han servido para educar e inspirar a varias generaciones de cazadores y entusiastas de la naturaleza.
Durante más de 20 años, Mariano Aguayo colaboró activamente en Trofeo, compartiendo sus conocimientos y experiencias en torno a la caza y el arte, lo que fortaleció su vínculo con los lectores y la comunidad cinegética. Su legado en esta revista será recordado por su contribución a la preservación de las tradiciones de la caza y el arte cinegético en España.
Desde aquí queremos mandar un abrazo inmenso con todo nuestro cariño a su familia y amigos.