El presidente de la Oficina Nacional de la Caza, la Conservación y el Desarrollo Rural (ONC), Felipe Vegue, dejó claro que esta entidad seguirá luchando de manera infatigable en defensa de todas las cazas españolas, ya que “están siendo sometidas a una presión injusta y brutal, por parte de colectivos que nada entienden de la cuestión y sólo buscan protagonismo y prebendas”. Así lo explicó en la 40 Asamblea de APAVAL, celebrada en Teulada Moraira y en la que participaron cerca de 200 congresistas.
Felipe Vegue se mostró impresionado por la resistencia del colectivo parañero, que a pesar de tantos años defenestrado y pisoteado mantiene a día de hoy intactas incluso más, su lucha y esperanzas. En este sentido, hizo suya la reivindicación parañera la hizo suya, “como ejemplo de cazadores que sufren por defender apasionadamente aquello que aman, y que han hecho de la afición a la caza una forma de vida integrada en el mundo rural”.
La Asamblea de APAVAL respaldó al presidente de la entidad, Miguel A. Bayarri, y a su Junta Directiva en una reunión que puede catalogarse de histórica, por el magnífico desarrollo de la misma y los importantes asuntos que allí se trataron para este colectivo, que lleva casi dos décadas en dique seco, y además maltratado por una administración pública que se niega a regularizar una de las tradiciones seculares más bellas y mejor conservadas de nuestras cazas tradicionales.
Al acto asistieron parañers de las tres provincias valencianas (Castellón, Valencia y Alicante), y algunos llegados de Aragón (Huesca).
Entre los asuntos tratados, cabe destacar el ingente trabajo realizado a nivel local, autonómico, nacional y europeo por el presidente y por sus colaboradores, que fue narrando Bayarri detallando paso a paso el programa de contactos, entrevistas, reuniones, viajes y participaciones en distintos eventos en los que la voz de los parañers ha podido ser.
El presidente de APAVAL centró su mensaje en los trabajos con la Universidad, los contactos con numerosas entidades y la actualidad del Cesto-Malla, que dada su incontestable selectividad podría ser la salida efectiva del colectivo si se hubieran autorizado las pruebas de campo por parte de la Generalidad Valenciana.
La jornada concluyó con una comida de hermandad, saboreando la deliciosa cocina mediterránea, discursos de agradecimiento de autoridades e invitados, regalos y homenajes como el que recibió el ‘tío Boby,’ quien a sus 97 años mantiene toda la ilusión en poder volver a cazar zorzales en parany, algún día.
Se trató, en definitiva, de una jornada que viene a demostrar una vez más que esta modalidad está más viva que nunca y que sus practicantes, con todos los elementos en contra, siguen luchando por conseguir la ansiada regularización. Son, sin duda, un ejemplo vivo y palpable para muchas otras modalidades cinegéticas.