La ilustración de Barca premiada se publicó en la revista TROFEO CAZA acompañando un curioso artículo de Javier Hidalgo – ornitólogo y cazador muy vinculado al Coto de Doñana – sobre nuestra perdiz roja y los ejércitos ingleses en la Guerra de la Independencia.
Discurso Completo
Señor, Señora,
Queridos amigos,
Me es muy difícil expresar la satisfacción y el orgullo que he sentido al conocer la concesión de este prestigioso Premio MINGOTE 2015 y no digamos, de recibirlo de manos de nuestro Rey. Señor, mi profundo agradecimiento.
Gracias también a los miembros del Jurado y a Catalina Luca de Tena, Presidenta de ABC.
El Premio Mingote fue creado en 1967 por el marqués de Luca de Tena para unirlo al “Cavia” y al “Luca de Tena” de don Torcuato. Un gran acierto, pues como bien sabemos, Mingote ha sido la esquina genial del alma de ABC durante 60 años.
Antonio Mingote no era cazador pero sí un apasionado defensor de la naturaleza y singularmente de los árboles.
Tuve la suerte de conocerle hace muchos años y me gusta resaltar – salvando las evidentes diferencias – la coincidencia entre el fundador del Premio y el premiado de este año puesto que, como todo cazador que se precie, me apasiona el campo y me interesa enormemente su entorno – muchas veces desde la perspectiva del humor y la sátira (tengo que añadir que casi todas las situaciones grotescas que crea mi imaginación son fruto de mis propias experiencias…)
Pero el dibujante Barca quiere confesar con humildad que es un simple aficionado y por tanto quisiera evocar ahora a tantos grandes artistas del variopinto mundo cinegético español, desde Covarsí , al conde de Yebes, Lalanda e infinidad de ilustradores y humoristas…que han dejado su huella en nuestra rica bibliofilia venatoria.
A todos ellos, con muchísimos más méritos que yo, dedico este fabuloso Premio MINGOTE 2015.
Y también – de una manera especial – a Alfonso Ussía, mi entrañable amigo de la infancia con el que he trabajado y sigo trabajando en mil proyectos divertidos y como no, a mi más implacable crítico (mi hijo Iñigo) y a tantos amigos – algunos de ellos hoy entre nosotros – que con sentido del humor y generosidad me han ayudado e inspirado.
Me siento muy honrado. Muchísimas gracias.