Campanazo en Verecillos, finca abierta de las navas del Berrocal.

Campanazo en Verecillos, finca abierta de las navas del Berrocal.

Alegría, abrazos, sonrisas y aplausos. Un monterión de principio a fin, y ya no es casualidad. El trabajo estaba hecho y solo quedaba plasmarlo en un buen plantel. Y ha sido mejor de lo que esperábamos.

Tanto y tanto esfuerzo de Luis Miguel Menguiano, de su hermano Antonio y de J. Riquelme, ponían la guinda al pastel, que estaba de dulce y hasta el tapón de reses.

Y es que el equipo de D. Fernando el guarda, Teresa, y todo su equipo de la Agencia de Medio Ambiente y Agua, con una magnífica gestión de la finca, se ve recompensado con creces. Así se hace cada año, más y mejor.

Y a las pruebas me remito: puestos que a los 15 minutos tenían el cupo hecho, como el de Pepe Polo Gutiérrez, que con una magnífica collera de venados muy gordos y que estarán muy cerca del metal, cerró su cupo casi desde el coche.

El puestazo, a la vez difícil, del amigo Manuel Bayo Huelva y Juan Macías Palacios, que culminaron con un venado grande, bonito y con un lance jugado perfecto, rematando la jornada con un macareno con una boca de las que hacen mucha pupa y con otro venado bonito para completar este magnífico día.

Por su parte el amigo Amalio consiguió hacerse con dos venados de categoría y un tercero que le cobraron los perros, y el amigo ceutí Víctor y su fiel compañero, tras ver pasar muchísimos venados por su puesto, esperaban el venado que todo el mundo estaba esperando, y lo consiguió abatiendo un gran venado precioso, abierto, simétrico y muy grande, cuyo lance espectacular recordarán en el vídeo que preparan Juan Bonilla Molina y Ángel Exposito Villar.

También cabe destacar puestos como el de Juan Antonio Alvarez, el Calambre, y Toni, que abatieron 2 venados pero le pasaron más de 50, o el de Juan del Pino, que no falla nunca, o el de Marín, que también cumplió con creces como casi la totalidad de los puestos.

67 venados (30 de ellos muy bonitos), 37 ciervas de gestión, 10 jabalíes (1 boca)

No hay por dónde ponerle un pero a la montería, un día perfecto.

Rehalas ya trabajadas y listas para la guerra, un trabajo impecable del maestro de campo Luís Menguiano y sus inseparables compañeros Félix y Adrián Domínguez Cortes, un buen catering, un sitio emblemático, un día rodeado de amigos, y un ambiente magnífico.

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