El calor desagradable protagonista en la montería Herdade dos Amigos

Eran las 6:00 de la mañana y con puntualidad británica salíamos desde las frontera española rumbo a la que sería nuestra primera montería de la temporada.

Sin pegar ojo en toda la noche y con una desbordante ilusión formábamos una impresionante fila india compuesta por 16 vehículos comunicados con emisoras al objeto de llegar sin incidentes al lugar del desayuno.

Después de dar buena cuenta de las tradicionales migas, chorizo y huevos que nos tenían preparadas, y con una agilidad pocas veces vista en un día de estreno, en poco más de 1 hora estábamos sorteando los 36 puestos divididos en 6 armadas con los que se cubrían esta mancha y tomando rumbo a un precioso cazadero donde todo fue girando en nuestra contra a medida que avanzaba la mañana.

Esta mancha se estaba cuidando desde junio y comprobamos con alegría como semana tras semana estaba más tomada por los jabatos y venados que llegaban desde el parque nacional que justo tenemos al lado, solo había una incógnita y era la temperatura, por eso decidimos cazar temprano y con 12 rehalas portuguesas compuestas en su mayoría por hasta 23 perros que llevaban cazando ya un mes en los típicos ganchos portugueses en maizales.

Con todos los monteros en sus posturas eran las 9.00 en punto de la mañana hora española y se abrían los remolques.

Las ladras se intensificaron durante la primera media hora, contabilizamos una docena de disparos y nos tranquilizábamos un poco al ver desde muchas de las posturas; como se movía el monte, presagiando que faltaba muy poco para el gran festival.

A partir de ahí todo se torno de rojo intenso, el termómetro se disparó por encima de los 28 grados y la sensación térmica y el bochorno era evidente, nos informaban por radio sobre las 10:45 que había perros tirados a la sobra después de enfrentarse a los interminables barrancos tupidos que se encontraban a su paso.

Pero lo peor estaba por llegar, todavía no habían llegado ni a la traviesa y la fuerza de perros estaba ya tan mermada que solo podían llamar perros y esperar coger de nuevo la mano como podían.

Ya superados los 30 grados a la sombra, buscaban refugio hasta las posturas, y una tensa calma hacia esperar lo peor.

Sobre la 13:00 decidimos retirar las armadas con la triste noticia que nos daban algunos corredores sobre perros  que se debatían entre la vida y la muerte  y que habían tenido que socorrer  in situ, y es que nadie se imagina la afición que demostraron estos canes él sábado.

Rehaleros y perros sois el alma de la montería y una vez más disteis un recital de caza el 7 de octubre en Portugal.

El resultado final fue de 8 jabatos abatidos por las puertas, 3 por los perros, 10 hembras de gestión y un vareto con malformación en su cornamenta.

Ni es nuestras peores pesadillas pudimos esperar algo así, pero esa es la realidad a las que nos tocaba enfrentarnos en nuestro estreno y creernos que no es plato de buen gusto.

Sabemos el precio de las cosas pero a veces no tanto del valor.

Queremos agradecer de todo corazón a cuantos de vosotros aguantó a nuestro lado en estos momentos amargos, vuestra ilusión era la nuestra también, en especial a los que supieron tranquilizar, apoyar y no hacer leña del árbol caído.

No pudimos desgraciadamente estar a la altura de lo que merecíais pero aquí estamos dando la cara.

También nos encontramos la espalda de alguno porque también hay que decirlo, pero por suerte nos compensa la grandeza de otros que consideramos MONTEROS con mayúsculas.

Nos habíamos esforzado al máximo pero no valoramos con acierto la mancha tan dura a la que nos enfrentábamos, y aunque perdimos la batalla seguiremos con más cautela.

Gracias a TODOS sin excepción y en especial a los rehaleros, Ricardo, Manuel sentimos lo de vuestros perros, a nuestros padres, Ángel de la Taxidermia, Agus, Juan Alberto, Ruger, Sergio, Guerra, Miguel Escala, nuestro equipo de trabajo Manuel, Paco, Juanma y a todos los que seguís confiando en nosotros

Consulta todas las monterías de la temporada en nuestro Calendario de Monterías