El Chaparrito, una montería para la historia de Monterías Riquelme

Tras casi 6 meses de preparación, 300.000 kg de comida y un trabajo diario de guardería, propiedad y organización. A las 8:45 comenzaba el sorteo de las 29 posturas que cerrarían la mancha ya que por baja de última hora nuestro fiel amigo Oscar Saavedra se ausentó por enfermedad.

Con un discurso claro para concienciar a la gente de que era una montería en la que el jabalí sería el principal protagonista y que había una garantía global de 40 jabalíes y 10 venados y que aunque las ciervas se podían tirar y los monteros podrían tener lances sobre ellas la organización no quería hacer ninguna carniceria.

El trabajo estaba hecho solo quedaba rematar la faena. Los puestos comenzaban a salir para sus posturas sobre las 9:00 salía la armada de los Quemaillos de forma rápida estaban situadas las armadas, Santiago Macarro tranquilizaba a Riquelme y le informaba de que su armada ya había pegado más de 50 tiros, pero es que antes de soltar los perros aquello ya era de traca.

Iban saliendo las rehalas para sus respectivas sueltas y los tiros no cesaban. A las 10:30 comunica Marcos que hay que soltar que los perros de Carlos Rubio están que no pueden más Jesús Riquelme con voz temblorosa de la emoción da la orden de soltar con las siguientes palabras “señores ha llegado el momento soltar a los guerreros y disfrutar” sonaban los remolques y como una sinfonía perfectamente ejecutada las rehalas empezaban a acariciar la mancha y a los 10 segundos de soltar comenzaba un frenesí de disparos por todos lados como si de una guerra se tratase aunque sería un ejemplo corto para la que se formó en tan poco tiempo.

Los guías Marcos, Edu, Chiva, Gasparito y Juanma al unísono ordenan pararse a sus compañeros ya que no paraban de tener agarres y no tenían perros.

No había tregua seguía el tiroteo y los rehaleros recuperaban perros como podían, en la suelta de los eucaliptos no paraban de levantar guarros y tras dos agarres fuertes con un gran macareno a la Limon con los perros de Carlos Rubio y Edu, Portu un guerrero de la Rehala de Edu quedaba muy mal herido y aun así no le perdía la cara a ese bonito macareno Portu lucho hasta el final como un verdadero guerrero con su perrero Javi al lado acariciandolo, porque un perrero nunca abandona a sus perros, llegaron refuerzos de la rehala de Agalla y Sebas entre todos levantaron a este guarro que parecía un oso y un perro blanco del gran rehalero y aún mejor persona Carlos Rubio iniciaba una preciosa ladra de más de dos minutos que culminaría con un lance para la memoria del puesto 8 de los Quemaillos, que se hizo con un impresionante navajero al que el metro hará justicia en memoria del Portu un guerrero que nos dejó en la batalla.

Mientras tanto en la suelta del alto Lolo Borrero, Juan Carlos Macarro, y Ramón no conseguían avanzar en la suelta, agarre tras agarre remate tras remate, solo a cuchillo consiguieron abatir 5 jabalíes 3 bocas una de ellas muy buena que consiguió Borrero.

Gasparito y El aceitero con artillería pesada conocedores de la mancha guiaban a los guerreros de Andrés Conejo y Ramón Calvino que en una suelta larga y distinta dieron un recital de verdad de lo que es saber del alma de la Rehala.

El Chiva, Campi y la rehala Lucenera eran los encargados de levantar las reses y rápidamente quedarse sin perros ya que pronto hicieron cumplir los venados en las posturas y de forma consecutiva los perros querían más y acompañaban a las rehalas del Peligroso en la que Lunar, El Sereno con Marcos a la cabeza y los Momos no daban abasto con los jabalíes dando un recital del que todos los puestos hablarían al final de la montería y es que no se puede cazar mejor ser más compañeros ni mejores rehaleros.

Ricardo Guerreiro Venâncio que viajó desde tierras portuguesas con un acento distinto pero a un nivel de diez hizo temblar junto a sus compañeros los grandes zarzales donde se encamaban los grandes navajeros

Y respecto a los puestos desde el 1 del Madroñal Emilio Jiménez en el puesto sobre el papel más flojo de la montería y bajo buen criterio no disparando ciervas consiguió abatir de un lance perfectamente ejecutado un bonito marrano.

Nada que ver con el resto de su armada donde literalmente se quemaron los ojos, el puesto siguiente el 2 ocupado por Pedro Campo con un tiradero de 400 metros consiguió culminar 7 lances con 3 jabalíes, uno de ellos de los que hay que medir y sin duda le darán una buena alegría al montero, 1 venado con un lance a más de 300 metros, 2 ciervas y un zorro que para sorpresa de todos va a ser metal alto.

El 3 ocupado por el gran montero Lucenero y aún mejores personas Catalino y su mujer “Mariquilla” hizo pleno con 4 jabalíes de los 4 que tiró dejando pasar los “motoristas” que cumplían continuamente en su puesto.

El 4 ocupado por los hermanos Escala fue un puesto de esos inolvidables, con 4 lances 2 venados cobrados uno de ellos precioso y que si no es bronce le faltará muy poco, el 6 ocupado por José María y Sergio jugaban lances a jabalíes y cervunos en un puesto precioso pero con mucha dificultad y el puesto de la Piedra ocupado por Juan Carlos Guillen hecho un “pincel” como siempre hacía de uno de los puestos más difíciles de la montería un “puestazo”, y es que jugando 8 lances consiguió abatir 7 piezas y la que no consiguió cobrar iba bien pinchada.

Seguían llegando buenas noticias desde El Peligroso donde el número, 1 Juan Miguel de Toledo, consiguió abatir 2 jabalíes, y viendo pasar por su puesto algunas reses más, el 2 del Peligroso con Antonio de Moraima que preparó un catering excepcional como siempre y que remató la faena con dos jabalíes, el 3 ocupado por Sergio Pereira y su Hijo se repartieron un jabalí cada uno jugando este último un lance inolvidable bajo la atenta mirada y la emoción de su padre.

El 4 ocupado por Miguel Montero sobre el papel el mejor puesto de la montería para jabalíes donde otros años se han cobrado 8-9 jabalíes este año cumplió con 3 jabalíes.

Los Quemaillos cuyo postor Santiago Macarro ha sido uno de los artífices del “monterión” que se dio y que ha sido como un hermano para Riquelme junto a Alberto Rastrojo, hijo del mítico guarda de la finca Ildefonso que juntos le han proporcionado al organizador toda la ayuda posible para que esta montería lejos de premios, galardones o nominaciones que con seguridad le llegaran haya sido una montería de oro para todos los que la hemos vivido desde dentro.

Desde el 1 Juan Alberto y Agustín Francisco con 25 disparos consiguieron abatir 2 venados, 1 jabalí y 4 ciervas. Desde el 4 Amalio conseguía hacerse con un venado. En el 5 Juan Manuel Ortega acompañado de su esposa no podía parar quieto y es que no paraban de pasar jabalíes por su postura dejando pasar los de menor porte con muy buen criterio abatía 2 jabalíes el último un bonito navajero que le cobraron los perros de Carlos Rubio tras un largo rastreo.

En el puesto número 6 que ocupaban Ricardo Martínez y Javier su fiel compañero, con mucha tensión y respetando su puesto sin desdoblarse pese a habérselo autorizado la organización ya que podían ocupar un puesto que no se puso junto a la malla y por donde se colaban los jabalíes continuamente consiguieron abatir un jabalí y cobrando otro a cuchillo a los perros del Carlos Rubio y 2 ciervas de gestión, el puesto 8 de Juancarlitos que cobró 3 jabalíes y pegó 30 disparos y que culminó con el bautizo de Richard con un lance precioso sobre una gran cochina.

En La Traviesa Central el puesto número 1 de José Galán el mejor puesto de todos los años de la montería inexplicablemente solo podía rematar un guarro del amigo Tiago, hizo bueno el puesto pese a a todo cobrando 3 jabalíes, 2 de ellos navajeros, la familia Gutiérrez Bañuls desde el 3 en uno de los puestos más bonitos de la montería y a la vez un puesto muy, muy complicado consiguieron abatir un venado y dos jabalíes, desde el 4 Gonzalo Melgarejo tras jugar muchos lances a jabalíes y consiguió hacerse con 2 uno de ellos un bonito “navajerete”, en el 6 Juan María Martin abatía 3 jabalíes, uno de ellos el jabalí de la montería que abatió su compañero Fonso y que posiblemente acaricie algún metal.

En el 7 el amigo Marchena y su hijo jugaban lances y más lances sobre los astutos y escurridizos jabalíes y consiguieron hacerse finalmente con 4, entre ellos un piñonero y una bonita boca, e intentaron rematar varios a cuchillo de los que cogieron los perros en un grandísimo zarzal impenetrable para las personas, sin que pudieran ser cobrados.

La armada de las Eneas fue la que menos suerte tuvo con los jabalíes ya que era una armada más dehesada y con menos monte aun así se cobraron 4 venados y 4 jabalíes, destacando el puesto número 5 de Gonzalo del Pino que se hizo con dos venados, uno de ellos de muchísima belleza y que con seguridad rozará el metal sino lo toca por poco y 2 jabalíes. O el puesto de Emilio Perez de Ayala con 1 venado y dos jabalíes.

En El Testero 1, Nicolás anduvo fino y cobró el único jabalí un bonito “navajerete” que le cumplió en su puerta, en el Huerto del Rey, el número 4 se hizo con otro jabalí, y el Número 1 ocupado por el amigo de Carmona Felix Fernandez y su hermano, se hacían con la friolera de 7 jabalíes y 1 Venado y en el que vio muchísimos más que a buen criterio dejó pasar.

En resumen un día para la historia de Monterías Riquelme y su equipo donde hay que agradecer como siempre por su trato, su amabilidad y hospitalidad a la familia Montes Vorcy, con Ignacio Montes a la cabeza que abrían las puertas de este paraíso del jabalí a Jesús Riquelme.

También dar la enhorabuena Al catering De Moraima que mejor no se pueden hacer las cosas. Agradecer también al Vito de Castilblanco junto con sus hijos y al también mulero Nipa, el recital que dieron con Las mulas que los buenos monteros agradecen y admiran.

También agradecer a Ildefonso, guarda histórico de la finca y a sus hijos Fonso y Alberto cada consejo recibido y el buen hacer que han tenido siempre hacia la persona de Riquelme.

Agradecer también a Jesús María Lopez y José María “el Pelino” su apoyo y su trabajo incondicional así como toda la ayuda recibida a Santi, Marcos, Manolito Bayo, Oliver y a todo el que de alguna manera o otra a contribuido para poner en el lugar que se merece a El Chaparrito y especialmente al guarda Juan Carlos Lopa y su hijo.

Por supuesto agradecer también la ayuda de forma totalmente desinteresada de Juan Jesús Maestre y Francisco Hdez Barbosa, que ayudaron muchísimo antes, durante y después de la montería. Como no agradecer la confianza de José Romera por su facilidades y por su ayuda en todo momento.

A todos ellos Gracias de verdad. Juntos hemos puesto el listón muy muy alto.

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