Montería Barrazuelo, fallaron los venados cumplieron, pero fallaron los jabalís

Eran muchas las expectativas puestas en esta gran finca del término de Alburquerque (Badajoz) por lo que la ilusión de los monteros y los nervios estaban a flor de piel degustando las sabrosas migas en el acogedor restaurante del hostal Castillo de Luna, dando paso a continuación al sorteo de los puestos, que sin más demora partieron hacia la finca como con prisas dados los buenos augurios que nos hacían presagiar los inminentes lances a esos escurridizos jabalíes de la bella Sierra de San Pedro.

Una vez llegamos a la finca, y desde el coche, pudimos comprobar que pista de los cochinos había muy poquita, al menos que fuera reciente.

Sí, había algunas hozaduras, pero la gran mayoría de ellas eran viejas. Y cuando nos bajamos del coche para emprender camino hacia los peñones de la cuerda ya fue el remate, todas las encinas tenían un montón de bellota caída debajo y toda ella sin tocar, no había ni una hozadura que delatara la presencia de los guarros en la mancha y pista de ciervo ninguna tampoco, tan solo pudimos ver a lo largo del trayecto algún que otro excremento de muflón, pero igualmente eran viejos, como las pistas que vimos durante el trayecto por la armada central subidos en el coche.

El desánimo se hizo presente en ese momento entre los monteros que subíamos a esa parte de la cuerda y ya fue todo al revés. Soltadas las rehalas a la hora prevista por la orgánica, en la parte de arriba de toda aquella solana no abrió ni un solo perro la boca, allí no había ni cochinos, ni reses, como nos lo hizo saber un perrero que pasó por nuestro puesto y se paró el hombre con nosotros a echar un trago de agua.

Tan solo estaban los cochinos en un cerro pegando a la traviesa central, en la cual se divirtieron de lo lindo dando cuenta de los diez cochinos que se cobraron ya que casi todos se cobraron ahí. Por otra parte, en las llanas sí que cumplieron las reses con unos venados preciosos de montería como se puede comprobar en las fotos.

Por parte de la orgánica todo fue perfecto, como siempre, por lo que hay que felicitarlos y darle mucho ánimo a mi amigo Balta a seguir trabajando en esta línea que tan buenos resultados está obteniendo, pero en esta montería los animales no estaban.

Sencillamente porque no leyeron el campo como se debía o simplemente porque habían chanteado la finca algunos días antes, según nos comentó la orgánica ya que algunos postores, sobre todo los de la cuerda, vieron gateras de los cochinos tapadas de esa misma mañana y un penetrante olor a colonia, aunque según nuestra opinión no dejan de ser excusas, alguien tiene que tener la culpa.

Con todos estos inconvenientes fue una gran montería porque los venados cumplieron bastante bien con las expectativas pero los cochinos fallaron. Si llegan a estar los suidos hubiera resultado una montería para hablar esta temporada.

Se presentaron al final de la jornada 18 venados y 10 cochinos más 14 ciervas de gestión. Exceptuando un navajerete lo demás eran todo hembras.

Y felicitar una vez más a mi amigo Francisco López que está que se sale este año cobrando una cochina y una cierva en dos lances para recordar. Y a mi amigo Carlos Robles que se hizo con el mejor venado de la montería, un precioso once puntas, en el número dos del sopié.

Y terminamos la jornada con los comentarios de malestar general porque no fue lo que esperábamos nadie pero con una suculenta comida, que en eso Cinegética Balmonte lo borda siempre que nos lleva al campo.

Balta, no te desanimes y a seguir trabajando, que aún nos queda cuerda y tú sabes hacer las cosas muy bien, de hecho las haces cada día. Así es que adelante y a seguir con la misma tónica, que cualquier escribiente echa un borrón.

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