19 enero del 2019
- Organiza:Cinegética Balmonte.
- Finca: Abierta, Alpotrequillo.
- Localidad:Villar del Rey, Badajoz
- Rehalas: 19
- Hectáreas monteadas: 1.400.
19 enero del 2019
Resultados:
54
10
18
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Como es costumbre en esta orgánica, se nos citó a las 8.30 en punto en el Bar El Refugio, en Villar del Rey, provincia de Badajoz, para dar buena cuenta de las migas, que está vez solo se quedó en migas ya que no tenían ni un triste trozo de chorizo, ni un torrezno ni nada que se le pareciera. Y a continuación se pasó al sorteo llevándose a cabo de manera rápida y elegante por el capitán de montería, el amigo Balta.
El día a priori se nos antojaba lluvioso por lo que sin perder ni un minuto partimos hacia la mancha a montear, esta vez la preciosa finca Alpotrequillo, en la Sierra de San Pedro, compuesta por una impresionante dehesa salpicada de bellos cerros de monte bajo donde se encamaban un buen número de cochinos y algunos venados de muy buen porte de montería.
El montaje de las armadas se demoró un poco dado lo extenso del terreno de la finca y algunos puestos llegaban a ocupar sus posturas a las 11:45, cuando ya se habían soltado los perros y andaban a carrera detrás de los cervunos que fueron los primeros en abandonar el encame y poner tierra de por medio.
Pero cuando llegaron los perros a la mancha fuerte de la umbría de uno de los cerros de la finca se formó tal algarabía detrás de los suidos que ya no pararon hasta las 16:30, hora en que se dio por finalizada la montería.
Entre tanto, con un día nublado pero fabuloso para montear (ya que después no llovió en toda la mañana), se pudieron escuchar muchísimos tiros, lo que daría lugar al plantel que después pudimos observar y deleitarnos con él en la junta de carnes.
En total fueron 18 cochinos y 10 venados los abatidos en este magnífico día en la Sierra de San Pedro, destacando 4 preciosos venados de montería y 4 navajeros.
Uno de ellos abatido por mi gran amigo Francisco López Paredes después de haberlo dado por perdido, ya que él pensó herir a una cochina medianita rematándola después el puesto vecino. Y fue al final de la montería y en presencia del postor, los dos puestos involucrados y Balta en el campo, que es como se deben pistear las reses heridas, quienes se pusieron de acuerdo en que la sangre y los trozos de hueso del animal venían del puesto de Francis.
Así es que sin discusión alguna, con las felicitaciones pertinentes y con un apretón de manos se selló la propiedad del trofeo en cuestión y quedó zanjado el asunto.
No hay que decir que mi amigo Francis no cabía en sí mismo de alegría. ¡Y yo que también me alegro un montón! ¡Felicidades, amigos, que sean muchos los cochinos de los que disfrutemos en todos los años que nos quedan por cazar juntos!
Y con un bonito plantel de animales abatidos se dio por finalizada la esperada montería de Alpotrequillo, sin llegar a los resultados de la temporada anterior cumplió sobradamente las expectativas de los señores monteros.
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