La Federación de Caza de la Comunidad Valenciana advierte que, en la actualidad, no hay suficientes centros veterinarios donde los cazadores puedan llevar muestras de los jabalíes abatidos. El análisis para la detección de los posibles casos de triquinosis es obligatorio para todos los ejemplares abatidos.
Sin embargo, la normativa vigente recoge que la única prueba válida es la denominada “digestión artificial”, que apenas cuenta con profesionales preparados ni instrumental necesario para llevarla a cabo. Ante esta situación, la Federación de Caza pide aunar esfuerzos para destinar los recursos necesarios y solucionar la carencia de centros.
Raúl Esteban, presidente de la Federación de Caza, reclama una acción conjunta con la Administración y los organismos competentes en materia de salud pública para que en todos los centros comarcales se pueda realizar el análisis frente a la triquina. “En la actualidad no hay apenas centros veterinarios homologados que puedan dar servicio a los Clubes de la zona”, alerta y pide que “se faciliten más centros donde los cazadores puedan llevar las muestras de los jabalíes para analizar y determinar si son portadores o no de la peligrosa enfermedad”.
Un problema de salud pública
En este sentido, advierte que esta situación “no motiva salir a cazar, lo que puede provocar una superpoblación animal y tener consecuencias graves para la salud pública”. “A esta posible explosión demográfica, -prosigue- se suma la amenaza potencial de la PPA (Peste Porcina Africana), que sería un gravísimo problema y la ruina para el sector porcino español”. Para el presidente de la Federación de Caza, si no se toman medidas pronto, “estaríamos hablando de una emergencia sanitaria”.
En un encuentro reciente de la Federación de Caza con el Colegio de Veterinarios, ambas entidades llegaron a un acuerdo para buscar soluciones respecto a esta problemática. Sin embargo, ambos colectivos necesitan que la Administración también colabore y facilite medidas para que en todas las comarcas se puedan analizar las muestras.
Asimismo, los principales sindicatos de agricultores y ganaderos de la Comunitat: La Unió de Llauradors i Ramaders y y la Asociació Valenciana de Agricultors AVA-ASAJA, han transmitido a la Federación de Caza su preocupación
La triquinosis, una enfermedad infecciosa
La triquinosis es una enfermedad parasitaria que proviene del consumo de carne infectada, fundamentalmente del cerdo, jabalí o caballo. Los síntomas más comunes de quienes han contraído la enfermedad son la fiebre, dolores en músculos y articulaciones, náuseas y malestar general, aunque también puede desencadenar otras complicaciones en órganos tan vitales como el cerebro o el corazón.
Hasta ahora, los cazadores valencianos han cumplido con el reglamento vigente y han realizado las pruebas pertinentes a los jabalíes abatidos. Sin embargo, con la publicación de la nueva normativa de 2017, el único análisis válido es el denominado “digestión artificial”, que simula las condiciones de digestión en el estómago.
Para Raúl Esteban, dicha técnica es “más fiable pero requiere no sólo de instrumental específico sino de la formación de los veterinarios. Una mayor estructura que a día de hoy no se puede llevar a cabo sin el apoyo de la Administración”.
El método que se utilizaba de manera tradicional para detectar la enfermedad era a través de placas de comprensión. Una práctica que consiste en prensar dos placas de vidrio con muestras de cada animal y, mediante la observación microscópica, detectar si entre las fibras musculares existe o no parásito. A día de hoy tan sólo existe media docena centros homologados donde poder realizar la prueba.