Ya hemos empezado la temporada de corzos. También las ferias cinegéticas han terminado y donde algunos cazadores han tenido la suerte de poder contratar alguna cacería internacional. Otros solo esperan que los tiempos y sus economías mejoren, para poder cruzar nuestras fronteras en busca de algún trofeo soñado, tal vez desde niños. Por ello, hoy vamos a repasar los trámites, dificultades y algunos trucos que pueden ser útiles a estos aficionados que puedan tener la suerte de salir de España con sus armas a cazar.
Acabo de aterrizar de un divertido safari de facocheros en Mauritania gracias a la amabilidad de Iberalia GO! y la profesionalidad de Sahel Safaris. Tal vez uno de los safaris más asequibles y divertidos que se pueden hacer en el mundo. Un absoluto éxito que pueden ver los seguidores del canal, incluso con la posible obtención de un nuevo récord de facocheros para ese país y en los primeros top 10 del mundo.
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Por ello hoy vamos a ver cómo viajar con armas por el mundo, pues es curioso que a los que lo hemos hecho cientos de veces nos parece lo más normal y aunque algunas veces puede haber alguna sorpresilla o novedad, en realidad no tiene ninguna dificultad. Y de viajar con su arma conocida o alquilar una que, puede o no adaptarse a usted, puede depender el éxito de su safari.
Es cierto que a quien nunca lo haya hecho, aparte de desconocerlo, le puede causar bastante preocupación y desasosiego. Como, además, viajar con su rifle o alquilar uno de la organización en destino es una pregunta que me hacen cientos de cazadores, voy a intentar aclarar este tema. Pues, qué lector de Trofeo no está deseando que su situación económica sea la adecuada para salir a por unos corzos en Polonia, unas tórtolas en Argentina, algún rebeco en los Alpes, tal vez un oso negro en el este de Canadá o bien este divertidísimo safari de facocheros apenas cuatro horas de vuelo de Madrid…
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El viajar en avión con armas, sean rifles o escopetas, es perfectamente normal y está regulado por IATA, por lo cual no debe asustar a nadie. Pero es verdad que siempre tiene pequeños matices que se deben conocer, especialmente en líneas de bajo coste que son las más pesadas para este tema. También hay que informarse de las normas especiales que pueden tener los países de destino, pues puede haber pequeñas variaciones.
Lo primero es que el rifle debe viajar en un maletín rígido. Bien sea de aluminio o de algún polímero de alta resistencia y, sobre todo, debe poder cerrarse con llave o combinación. Al comprarlo asegúrese en su armería de que ese maletín está homologado para volar en avión, pues, aunque nunca he visto prestar mucha atención a este tema, la propia seguridad e integridad de su rifle se lo agradecerá.
Estos maletines tienen espuma de alta densidad en su interior y la gente suele meter el rifle que la espuma lo presiona y sujeta. Aquí quiero hacer dos matices que me han enseñado cientos de viajes por el mundo. Lo primero es que el cerrojo debe ir sacado y puesto plano en el maletín. Si deja el cerrojo puesto la bola puede acercarse a las paredes rígidas del maletín y si en un cambio de maletas tiene la mala suerte de que le lanzan justo una maleta en ese punto, puede presionar y romper su culata por la garganta, donde su mano derecha agarra el rifle. Por tanto, como primer punto, el cerrojo sacado y para que se sujete más, dele dos o tres vueltas con papel de burbujas o unos calcetines para que se sujete en la caja.
El otro matiz personal que descubrí después de muchos viajes es que es mejor quitar algo de espuma con un cuchillo y meter su rifle dentro de una funda blanda, de las finas, para el viaje. De este modo, al llegar a destino abre su maletín y su rifle sale ya en una funda blanda.
Esto es obligatorio en algunos países y recomendable en todos para los posteriores viajes en avionetas y todoterrenos.
Parece un poco traumático cortar la espuma, pero asegurarse una funda blanda en destino sin tener que sacrificar espacio en su maleta, se agradece.
El anteojo, si es desmontable, prefiero que viaje desmontado y envuelto en dos o tres vueltas de papel de burbujas, pero dentro del mismo maletín del rifle con llave. Así evita presiones en las monturas o rigideces que pueden sacar su tiro por vibraciones, diferencias de temperatura y presión en bodega. Si no es desmontable, obviamente irá montado. Meta también en este maletín rígido su navaja y un equipo de limpieza con una varilla rígida desmontable. Si su rifle se cae en destino y la boca del cañón se llena de barro o arena, puede dar al traste con su cacería si no tiene una varilla rígida para empujar.
Mejor usar maletines de combinación, pero, si son de llave, por favor, ésta en una cinta roja y colgada de su cuello. En un tránsito –cosa poco frecuente, pero posible– algún aduanero puede querer ver su rifle y la dichosa llavecita no aparecer por ningún lado. Si el tiempo de conexión es escaso le puede hacer sudar bastante si la llavecita de marras no surge. En su cuello la encontrará, abrirá en un minuto y asunto resuelto.
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Les he dicho que si su anteojo es desmontable lo ideal es quitarlo y dejarlo en una funda de neopreno, en el maletín del rifle con llave. No se le ocurra meterlo en la maleta y menos aún en su equipaje de mano, bajo ningún concepto. Mucho ojito con este tema que he visto pocos, pero desagradables disgustos.
Un anteojo de caza en España no se considera una pieza fundamental de un arma de caza y su venta es libre sin necesitar permiso de armas, para tenerlo ni comprarlo. Pero si usted, por eso de vigilarlo más de cerca, lo lleva en su equipaje de cabina, tendrá que pasarlo por todos los escáneres de todas las escalas de tránsito que realice. Y si un agente de seguridad en Moscú, Toronto, Casablanca o Johannesburgo, lo ve en el escáner puede pedirle que lo abra. Si al mirar por el anteojo ve una cruz de caza, le pedirá su permiso de armas español o de destino, con lo cual lo más grave quedará resuelto. Pero puede empeñarse en que debía viajar en el maletín con llave, junto al rifle. Y usted, en medio inglés, medio ruso, medio mongol… le tendrá que explicar que no es una pieza fundamental en España. Pero como el agente de seguridad se empeñe, su anteojo se queda en el tránsito, sobre todo si hay poco tiempo. Aunque a la larga suele aparecer, le habrán fastidiado la cacería y se van a hacer sudar frío una temporada.
Por favor, su anteojo de caza en el maletín rígido del rifle y cerradito con llave. Esos maletines en muchos aeropuertos suelen viajar por un circuito especial entre aviones, llevados a mano por compañías de seguridad, con lo cual reciben un trato tal vez más suave que la maleta.
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Al contrario, sus prismáticos y catalejo de caza si va a una cacería de montaña sí deben viajar en su equipaje de mano, con usted. Primero, porque pueden valer mucho dinero y si los mete en la maleta y ésta la escanean en algún país del tercer mundo, puede que al abrirla en destino no los encuentre y se llevará un gran disgusto, si son de los caros. Lo mismo para su catalejo de caza y telémetro láser si lo lleva, pues, además, usted cuidará su equipaje de mano, ya que normalmente suele ser una mochila de caza y le dará un trato mucho más suave que el que sufren las maletas.
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Pues igual, pero en otro maletín diferente y separado, rígido y con llave o cerradura de combinación, que debe ser metálico tipo aluminio polímero, homologado. Si lleva llave, recuerde: al cuello con su cintita roja al lado de la del rifle. Pues ahí seguro que la encontrará en algún transito o escala en que un agente de seguridad quiera revisar su caja de munición. Y en un tránsito corto de noventa o menos minutos andar buscándola le puede ocasionar un buen estrés. Esta caja llevará un circuito igual que el del rifle.
Nunca meta este maletín de munición en la maleta, pues si escanean ésta es muy posible que no llegue ni maleta ni munición. Y, por favor, ese maletín, cuyo tamaño es del tipo una caja de zapatos, lleno no debe pesar más de cinco kilos.
Las cajas de balas, si no lo rellenan, meta algunos calcetines o ropa para que, en caso de agitarlo, no se mueva y no suene nada. Todas las balas en sus cajas. Y si son recargadas métalas en cajas comerciales para que parezcan compradas. Ni una bala suelta en su maletín de munición. Últimamente las compañías aéreas son más «histéricas» con la munición que con las armas.
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Este aeropuerto en España contará con un puesto de la Guardia Civil, la conocida Intervención de Armas. Debe ir ahí lo primero, antes de facturar. Un agente le pedirá su permiso de armas, guía del rifle y una copia del billete donde se vea el aeropuerto de destino.
Recuerde haber pagado, mejor previamente, la tasa de exportación de armas, que es de 3,6 euros. Ahora se saca de la página web de la Guardia Civil, se imprime y se puede pagar por internet o en cualquier sucursal bancaria, cosa que prefiero pues te pondrán unos sellos del banco bien claros. Hágalo, es una pesadez que se quita. Antes se pagaba en el aeropuerto, pero en días festivos o en horarios raros podía estar cerrado el banco y, aunque amablemente la Guardia Civil te lo solía resolver, llevarla pagada y bien sellada por el banco es otra cosa menos de qué ocuparse. La Guardia Civil le pedirá abrir la caja y enseñar el arma. Comprobará que el número del rifle coincide con el de la guía que usted lleva.
Aquí, cuando diga el número de su rifle a su agente organizador del safari, mucho ojito con los rifles Blaser, hoy tan comunes. Por alguna razón misteriosa, durante unos años se numeraron las guías por el número que viene grabado en la culata y que no tiene nada que ver con el que está grabado al fuego en el cañón. Y cualquier aduanero del mundo lo que querrá ver es que el número de sus permisos de armas coindice con el del cañón.
La Guardia Civil le rellenará la autorización de vuelo por triplicado. Si es un Blaser pídale que especifique en la autorización, por escrito, el stock number (número de culata) y el barrel number (número del cañón). Pídale que especifique también el número de balas con las que viaja. Siempre que lo he hecho me lo ha resuelto la Guardia Civil con una amabilidad que hoy quiero agradecer por escrito. Este papel, con los sellos del Ministerio del Interior, he visto que puede resolver muchos problemas en las aduanas más raras del mundo.
Una copia se la quedará la Guardia Civil, otra se meterá en la caja del rifle y la tercera se la entregarán a usted. ¡Ojo!, guárdela bien, pues se la pedirán al facturar y es un documento que también resuelve problemas en los sitios más perdidos del mundo.
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Después de la Intervención de Armas irá al mostrador de facturación, donde explicará que viaja con armas deportivas de caza. Les pondrán un esparadrapo naranja que pone «ZZZ» a los dos maletines de armas y munición, intentando bloquear las cerraduras. Ambas no suelen entrar por el carrusel de maletas, sino que van por el de equipajes especiales. Según la compañía le cobrarán un extra que va de 50 a 150 euros, y su equipaje por un lado y su arma y munición, viajarán a su destino. Allí, ya con su agente en destino, lo recogerá y pasará por la aduana, donde pueden revisar el número del cañón o no, con los permisos de armas locales que previamente habrá preparado su agente de safaris.
Y ya, fuera del aeropuerto, empezará una aventura de las más bonitas que quedan en el mundo, un safari-cacería internacional.
Roque Armada.