Dispara todo tipo de balines de 4,5 mm impulsados por gas CO2, funciona como un reloj, es extremadamente precisa y ¡sólo cuesta 85 euros! Hablamos de la semiautomática Gamo P-430, cuyo diseño exterior recuerda al de la famosa pistola alemana Sig Sauer P-226.
No me extrañaría en absoluto que algún lector, al ver de repente las fotos de la pistola protagonista de estas notas, hubiera exclamado algo así como, ¡anda!, pero ¡qué hace una P-226 en Trofeo! No me extrañaría porque, aunque la Gamo P-430 carece de martillo exterior y de retenida de la corredera (ya que es fija) en casi todo lo demás su diseño exterior nos recuerda al de la famosa pistola alemana que, dicho sea de paso, he tenido la oportunidad de probar en calibre 9 mm. Parabellun en alguna ocasión que otra trabajando para revistas de armas.
Ya que he puntualizado que la P-430 carece de martillo y que su corredera es fija, antes de describir la pistola protagonista de este artículo, considero necesario puntualizar que Gamo también comercializa varios modelos de pistolas de CO2 que poseen martillos exteriores y correderas que se desplazan (hacia atrás y hacia delante) tras el disparo, por lo que su funcionamiento es más realista en el sentido de que es más similar al de cualquier arma corta de fuego: se trata de las Gamo sistema blowback, cuyos nombres y especificaciones básicas, entre otros modelos, se proporcionan en un apartado separado del texto principal titulado Semiautomáticas Gamo blowback.
La P-430 es una pistola «semiautomática» que puede disparar todos los tipos de balines del mercado del calibre 4,5 mm (.177”), incluidas las bolas de acero de este calibre.
Salvo los mecanismos (de disparo, retenida del cargador, etc.) y el cañón, que es estriado y de acero, el resto del cuerpo de la pistola es una única pieza de polímero antideslizante de color negro de la que forma parte el arco de guardamonte y las miras.
Digo de polímero antideslizante, porque las superficies que entran en contacto con las manos cuando se apunta son antideslizantes: la empuñadura y la parte frontal del arco de guardamonte poseen estrías para que se pueda empuñar y apuntar firmemente con una o con las dos manos, incluso con guantes porque el arco de guardamonte (como el de la Sig) es amplio.
El mando del seguro es del tipo pasador de dos posiciones con indicador de color rojo cuando está en posición de disparo. En la posición de seguro sobresale por el costado derecho de la pistola, junto al arco de guardamonte, y queda al alcance del índice para que se pueda quitar el seguro rápidamente sin deshacer la puntería. Y en posición de «fuego» sobresale por el costado izquierdo.
En la parte delantera del cuerpo, debajo de lo que sería la corredera, posee un rail Picatinny para poder acoplarle una linterna o un puntero láser. Y en la parte superior las miras abiertas, que son fijas: un alza con ranura en ‘U’ y un guion-punto de mira que tiene la parte trasera (la que ve el tirador) estriada para evitar los reflejos.
En el interior de la empuñadura se aloja, detrás del cargador, la bombona de CO2.
El primero se extrae presionando una retenida que se encuentra en el costado izquierdo de la pistola, junto al arco de guardamonte, al alcance del dedo pulgar. Posee dos tambores situados en ambos extremos del cuerpo del cargador, cada uno con capacidad para 8 balines, por lo que una vez que se agota un tambor, se extrae el cargador, se le da la vuelta y se pueden disparar otros 8 tiros. Además, en el cuerpo del cargador, junto a cada uno de los tambores, se indica la posición en la que se debe introducir el balín.
Cabe añadir que para acceder al alojamiento de la bombona de CO2 para introducir una nueva (o bien para sustituir la gastada) sólo hay que retirar la cubierta o tapa de la empuñadura tirando hacia atrás y hacia fuera. Y también que la carga de la bombona de gas se realiza fácilmente, sin utilizar herramientas, porque se fija en su alojamiento girando una palometa que tiene la base de la empuñadura.
Como la pistola carece de martillo, en teoría puede pensarse que sólo funciona en doble acción: cuando oprimes el gatillo, el tambor gira para enfrentar un balín con el cañón y, a continuación, se produce el disparo del balín impulsado por la salida del CO2. Este modo permite disparar muy rápido, pero no es eficaz para realizar tiros precisos porque es necesario ejercer mucha fuerza sobre el gatillo y, como consecuencia, «tiemblan» las miras y no se puede afinar la puntería. Yo, al menos, no puedo porque la presión que hay que ejercer es importante.
Sin embargo, también es posible utilizarla como si fuera una pistola de simple acción. Para ello sólo hay que oprimir el gatillo poco a poco, pero sin que éste llegue al final de su recorrido y luego, sin relajarlo, se comprueba que las miras estén bien alineadas y se oprime el disparador un poco más hasta que salga el disparo. Usando la pistola así, su precisión es asombrosa.
He comprobado su funcionamiento y precisión utilizando diversos tipos balines y blancos tanto en tiro informal como de precisión y puedo asegurar que si se cargan bien los tambores (introduciendo los balines correctamente, como se indica en el cargador) no sólo no se encasquilla nunca, sino que es una pistola muy precisa.
Efectivamente, las pruebas de precisión las realicé tirando, como si fuera de simple acción, a 5 y 8 metros sobre blancos reglamentarios a los que pegaba un parche blanco de 20 mm para distinguir mejor el centro. Y a 5 metros lo normal era conseguir que tres o cuatro disparos hicieran un solo agujero en el blanco y a 8 metros que la mayoría impactaran en la zona central de color negro, que mide ¡36 mm de diámetro!
En suma, la Gamo P-450 es una pistola semiautomática de CO2 cuyo diseño recuerda a la Sig Sauer P-226, una de las armas cortas más famosas del siglo XX. Funciona perfectamente, es muy precisa y, además, tiene un tentador precio de tan sólo 85 euros. Yo creo que no se le puede pedir más. Producto totalmente recomendable.
Tipo: pistola de CO2 cuyo diseño exterior recuerda al de la famosa pistola Sig Sauer P-226.
Calibre: 4,5 mm (.177”). Dispara todo tipo de balines de 4,5 mm, así como bolas (BB´s) de acero.
Velocidad inicial: 150 m/s.
Potencia: <7.5 J.
Miras: fijas. Alza con ranura en ‘U’ y guion-punto de mira.
Cañón: estriado de acero.
Cargador: doble reversible, tipo petaca con capacidad para 8×2 balines (16 disparos) que se almacenan en dos tambores giratorios situados en ambos extremos del cuerpo del cargador.
Retenida del cargador: botón de presión situado en el costado izquierdo de la empuñadura, junto al arco de guardamonte, al alcance del dedo pulgar.
Seguro: botón pasador de dos posiciones con indicador de color rojo de la posición de disparo. Está localizado en el costado derecho del armazón, junto al arco de guardamonte y se puede accionar con el dedo índice con la pistola empuñada en posición de tiro.
Longitud total: 20 cm.
Peso: 450 gramos.
Otras características destacables: terminada en polímero de color negro. Corredera fija. Carece de martillo. Funcionamiento en doble acción (*): al oprimir a fondo el disparador gira el tambor del cargador, enfrenta un balín con la recámara y se produce el disparo. Diseño ergonómico y antideslizante. Rail Picatinny frontal para poder instalarle un puntero láser o una linterna. Frontal de arco de guardamonte con acabado antideslizante para el índice de la mano izquierda cuando se usa con las dos manos. Funciona con botellas de CO2 de 12 gramos que se alojan en el interior de la empuñadura. Se presenta en un estuche de cartón que contiene la pistola, un cargador 8×2 y el manual de instrucciones.
P.V.P: 85 euros.
*Fabricante: Gamo. www.gamo.com.
(*) Aunque carece de martillo, su mecanismo de disparo también permite usarla como si fuera de simple acción operando como se describe en el artículo.
Además de la P-430, Gamo comercializa no menos de otros 18 modelos más de pistolas de aire comprimido, de las que 2 son revólveres de CO2 con aspecto metálico muy realista (modelos PR-725 y PR-776) y 12 son pistolas semiautomáticas de CO2. Pues bien, entre las pistolas de CO2 destacan por su original sistema «blowback» de funcionamiento tres modelos que se denominan C-15, P-25 y PT-85, pues cuando se usan parece que estás disparando una pistola real, salvo por el hecho de que no se produce la expulsión de la vaina.
Efectivamente, a diferencia de las demás pistolas semiautomáticas de CO2, cuyas características se proporciona en la página web www.gamo.es, las blowback utilizan una pequeña porción de aire para mover la corredera hacia atrás cuando se dispara y un muelle recuperador para conseguir que luego se mueva hacia delante, detrás del disparo.
O, dicho de otro modo, poseen una corredera móvil que se desplaza hacia atrás y luego hacia delante, tal y como funciona una pistola real con mecanismo accionado por el sistema de masa retrocedente o blowback, en inglés.
Las tres tienen en común, además de su original funcionamiento, que utilizan cargadores de petaca 8×2, como los de la P-430 de corredera fija, por lo que pueden disparar todo tipo de balines de 4,5 mm. Poseen cañón de acero estriado, miras abiertas, seguro manual, «martillo» exterior y pueden disparar en simple y en doble acción (levantando el martillo o sin este levantado, oprimiendo el gatillo a fondo) y tienen precios muy interesantes si tenemos en cuenta la complejidad de su diseño.
Sus características particulares y precios son:
– Gamo C-15 Blowback. Velocidad inicial: 125 m/s. Regleta Weaver para linterna táctica o laser. P.V.P.: 118 euros.
– P-25 Blowback. Su diseño exterior recuerda al de la pistola alemana Walther PPK, mundialmente conocida gracias al cine al ser la preferida del mítico agente James Bond 007. Velocidad inicial: 120 m/s. Corredera metálica y cuerpo y empuñadura de polímero. P.V.P.: 138 euros.
– PT-85 Blowback. Velocidad inicial: 138 m/s. Rail Picattinny frontal para montar una linterna táctica o láser. Se puede adquirir terminada totalmente en negro o bien con la empuñadura y el armazón de color verde oliva. P.V.P.: 159 euros.
Texto y fotos: Juan Francisco París