Debido a su gran utilidad para detectar y rastrear piezas, cada vez son más los cazadores que utilizan cámaras térmicas y, como consecuencia, son más numerosas las marcas y modelos para caza que se pueden adquirir, la mayoría con un diseño externo muy similar al de la cámara protagonista de estas notas porque es ergonómico y permite manejarlas con una sola mano: un monocular con cuerpo alargado con forma de uso que está normalmente forrado de goma antideslizante y posee en la parte superior, en línea y al alcance de los dedos, el interruptor de encendido y todos los demás mandos que permiten utilizar la cámara, excepto los que sirven para enfocar el objetivo y la pantalla (ajustar las dioptrías), pues el objetivo se enfoca girándolo y la pantalla mediante una rueda ubicada cerca del ocular, normalmente en el costado izquierdo.
En el caso del TSN1, sobre el aparato lleva cuatro mandos de botón: el interruptor de encendido (el más cercano al objetivo) y a continuación el de modo/WIFI, el del zoom y un cuarto denominado “Captura” que acciona la cámara de fotos. Además, entre los interruptores de encendido y de modo/WIFI posee un led que permite conocer si la cámara está conectada, en carga o totalmente cargada, dependiendo de que su color sea azul, morado o rojo.
Su principal aplicación es la detección piezas de caza, pero también se puede utilizar para verificar el estado las instalaciones de calefacción y tuberías de agua caliente de suelos y paredes, entre otras aplicaciones no cinegéticas.
En la parte superior se aprecian el led y los 4 mandos que permiten manejar el dispositivo: encendido (el más cercano al objetivo), modo/WIFI, zoom y “captura” que acciona la cámara de fotos. Y a la izquierda del ocular, la rueda para enfocar la pantalla.
La cámara térmica Bresser TNS1 reproduce imágenes de alta calidad, hace fotos y vídeos, tiene un rango de detección de 900 metros y es fácil de utilizar.
El monocular Bresser TSN1 funciona con la energía que le proporciona una batería integrada recargable que tiene una vida útil de hasta seis horas. Lo primero que hay que hacer es, si es necesario, recargar la batería mediante un cable USB (que se entrega como accesorio) conectado a la toma de corriente que está localizada en la base del aparato.
Una vez cargada la batería, el siguiente paso es conectar la cámara y después enfocar la pantalla girando la rueda que hay a la izquierda del ocular hasta conseguir verla nítida, ya que en caso contrario tampoco veremos nítidas las imágenes térmicas. A continuación, se enfoca el objetivo girándolo y ya podemos usar los mandos del aparato para:
Hacer fotos: al pulsar el mando “Captura” hace una foto de la imagen térmica que estamos viendo y en la pantalla se divisa el signo “V” que indica que la foto se ha almacenado correctamente.
Las imágenes capturadas se pueden revisar pulsando brevemente el mando de encendido (se visualiza la última imagen) y a continuación el de captura y el de zoom (las siguientes). También se pueden borrar pulsando el interruptor modo /WIFI y exportar a un ordenador utilizando la conexión USB.
Usar el zoom: al pulsar la tecla de zoom la imagen aumenta gradualmente 2x y 4x y al volverla a pulsar vuelve al tamaño normal (1x).
Ajustar el brillo de la pantalla: si se mantiene la tecla del zoom pulsada, se ajusta el brillo en 1 nivel.
Seleccionar la paleta de colores: accionando sucesivamente una sola vez el botón modo/WIFI se puede ver la imagen con cuatro colores diferentes que se denominan arcoiris, metal caliente, calor blanco y calor negro. Bresser recomienda las dos primeras para escenas con altos contrastes de calor y calor blanco para detectar animales a grandes distancias. Calor negro, por exclusión, entiendo que es la adecuada para uso general. Cabe añadir que la cámara también puede hacer vídeos, pero para ello hay que descargar la aplicación correspondiente PARA iOS o PARA ANDROID.
He probado el Bresser TNS1 en un parque con poca luz y de noche con todas las paletas de color y en mi propio domicilio para detectar en el suelo y en las paredes tuberías de calefacción y agua, en este último caso utilizando las paletas de color arcoíris y metal caliente. Y pienso que es una de las cámaras térmicas más fáciles de utilizar porque, si descontamos el interruptor de encendido –situado sobre el objetivo, muy separado de los demás mandos–, todas las funciones se realizan pulsado tres teclas que se alcanzan bien y se pueden accionar cómodamente, mientras que otras cámaras poseen cuatro y están menos separados, por lo que se pueden confundir.
La calidad de imagen con todas las paletas de colores es buena si enfocas bien la pantalla y el ocular, pero “calor negro” es la más nítida porque ves como si fuera en blanco y negro y con todo detalle los objetos. Es la que más he utilizado para hacer observaciones en espacios abiertos combinándola con las demás cuando a distancia detectaba la presencia de personas, normalmente, con perros.
Por ponerle un “pero”, decir que es demasiado voluminoso y demasiado grueso para que, por ejemplo, lo pueda utilizar cómodamente una persona con manos pequeñas. En todo lo demás aspectos, un producto de buena calidad y muy recomendable.
Bresser TNS1
Diámetro del objetivo: 25 mm.
Rango de detección: hasta 900 m.
Resolución pantalla LCD: 750×540 pixeles.
Resolución del detector: 384×288 (50 mk) de plano focal de infrarrojos.
Zoom digital: 2x; 4x.
Enfoque: manual.
Distancia mínima de enfoque: 19 mm; 25 mm; 35 mm.
Campo de visión: 19,5×14,7; 14,9 x11,2; 10,7×8 grados.
Batería: recargable integrada; proporciona un tiempo de funcionamiento de hasta 6 horas.
Dimensiones: 186x69x68 mm.
Peso: 440 gramos.
Cámara térmica con WIFI para caza con detección de energía geotérmica y fugas. Frecuencia de cambio de imagen: 50 Hz. Compensación dioptrías de la pantalla: +/-3. Captura y graba imágenes. Cuatro paletas de colores: arcoiris; metal caliente; calor blanco y calor negro. Temperatura de trabajo: -20/+60 grados centígrados. 5 años de garantía. Equipamiento: cable USB, tapa del objetivo, correa para la muñeca e instrucciones.
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Teléfono: 626 232 109
PVP recomendado: 999,99€
Texto y fotos | Juan Francisco París