Las calles de Riaño se han llenado este miércoles de ganaderos y profesionales del sector de la Montaña Leonesa para exigir un control de población del lobo. La petición se ha hecho bajo el lema “Y a los ganaderos, ¿Quién los protege?” tras el incesante número de ataques del cánido salvaje incluso «en plena luz del día», lo que lleva a una situación «insostenible» debido a la protección que «está acabando con la ganadería», ha lamentado Aitor Guerra, uno de los afectados.
Cientos de ganaderos y representantes de asociaciones agroganaderas han protestado de forma pública por las calles de la localidad leonesa exigiendo que pare el blindaje al lobo, porque si no se controla su población «ni con ayudas es posible hacer ganadería», ha señalado el secretario general de la Asociación de Jóvenes Agricultores de León, José Antonio Turrado. En este sentido, Guerra recuerda que aún no se han valorado ni pagado los daños al ganado de hace cuatro años, y por eso dice que «el tema de las indemnizaciones está muy mal». Cuando se produce un ataque, explica el ganadero, se debe llamar a la guardería para que se certifique y valore el ataque, y sea entonces cuando comience el «papeleo y más papeleo» para no saber cuándo llegará la compensación económica.
La concentración ha surgido de manera «espontánea a iniciativa de los ganaderos», ha puntualizado Turrado, que no pueden hacer frente a los daños ocasionados por la fauna salvaje, principalmente por el lobo. El representante de Asaja León dice que esta situación «tiene que hacer pensar a los políticos» para buscar y dar soluciones que creen «un equilibrio» entre la protección del medio ambiente y las formas de vida rural.
Turrado ha defendido la idea de «proteger más al ganadero» y ha pedido que las ayudas sean «ágiles y no haya conflicto en la resolución de expedientes», y además contemplen «el daño real del animal y el lucro cesante». El caso es no proteger más al lobo, ha apuntado.
Durante la concentración se ha podido ver pancartas con mensajes alusivos a la desprotección de los ganaderos y a la protección del cánido. «La montaña de Riaño con la caza», «Sajambre no quiere lobos» o «Maraña con los ganaderos y en contra del lobo» o «Los ganaderos estamos en peligro de extinción». El último ataque mortal en la Montaña Leonesa ha sido sobre un potro. «No se puede aguantar», exclama Guerra.