De hecho, duermen mal, sienten ansiedad de pensar en las picias de los malditos linderos, pesadillas continuas con los precintos que no llegan, se preguntan si su equipo será el adecuado, repasan sin parar su ropa de caza… Indudablemente, están afectados por lo que yo llamo «fiebre de capreolus». Por ello, hoy voy a dar unas ideas sobre lo que yo considero que podría ser el rifle y calibre ideales para corzos. Tal vez pueda orientar a aquellos que hayan empezado más tarde y no lleven las casi cinco décadas que llevo yo persiguiendo a nuestro querido duende del bosque.
Indudablemente, un corzo se puede cobrar con cualquier rifle y calibre. Muchos cazadores sólo tienen uno y, por supuesto, puede valer. Miles de corzos se abaten al año con rifles de montería de calibre .300 o 7 mm Rem. Mag. Y si usted lo domina, lo conoce bien y lo tiene correctamente puesto en tiro, puede ser una buena opción.
A lo largo de ya casi cinco años de colaboración con Trofeo hemos tratado varios temas relacionados con la caza del corzo. Vimos cómo debían ser las puestas en tiro optimizadas, repasamos cuál era el tipo de bala ideal para recechar nuestro ejemplar, incluso estudiamos los diferentes lugares donde colocar nuestros tiros en función de que quisiéramos salvar más o menos carne. Sin embargo, me ha dado cuenta que no hemos tratado un tema interesante y tal vez divertido, como es el rifle y calibre «ideal» para el rececho de corzos.
Roque Armada con un bonito corzo cobrado en Bulgaria. En este número vamos a buscar el rifle y calibre ‘ideal’ para enfrentarnos a las divertidas cacerías del duende del bosque.
El rifle ‘ideal’ para rececho de corzos
Cuando alguien entra en un grave ataque de fiebre corcera se puede plantear adquirir un rifle especialmente y «sólo» para esta modalidad de caza. Hace no mucho, en esta misma sección, reflexionamos sobre el rifle ideal de rececho, en general. Vimos varias características que, en mi humilde opinión, pueden ser ideales en un rifle para recechar cualquier animal de nuestra fauna.
El rifle «ideal» para rececho de corzos puede ser muy parecido, pero hay ciertos matices que lo diferencian. Es obvio que un rifle perfecto para recechar un gran venado puede ser perfecto para un corzo. Pero el tamaño de nuestra pieza, de entre 25 o 30 kilos de peso, puede hacer que se pueda incluso mejorar.
Tras una bonita mañana de rececho de corzos, entre la fiebre y los delirios que produce en estas fechas el capreolus, ¿quién no se pregunta cuál puede ser el calibre ideal para la cacería de nuestro querido duende?
La fiebre de capreolus le puede llevar a dormir en mitad de un robledal para estar más cerca de los corzos. Cazando con un corto y compacto rifle de cerrojo, dotado de la magnífica óptica Swarovski. Este campamento montado en mitad de un monte soriano, fue filmado por Iberalia TV en la serie:
El Campamento de Roque Armada.
Un rifle corto, compacto, ligero y manejable
La primera característica que yo pediría para un rifle de corzos es que fuera corto, compacto, manejable y ligero. Veamos. Muchos recechos de corzos se realizan en terrenos boscosos entre los cuales es mucho más cómodo moverse con un rifle corto. Justo el mes pasado vimos que un rifle corto de cañón y longitud total no tiene por qué ser menos preciso que uno largo. Yo situaría el ideal entre 90 y 95 centímetros de longitud total. A ese artículo les remito, pues hoy, por razones de espacio, no nos vamos a extender más.
Un rifle compacto será mucho más fácil de mantener su peso equilibrado entre las manos. Mucho más fácil y menos llamativo de encarar si «nos tragamos» un corzo y tenemos que tirarlo a 60 metros. O para movernos en una estrecha torreta de caza que, si bien en España son aún escasas, en media Europa, especialmente en Alemania y Austria, es casi el único medio de caza que se usa para cazar corzos.
Un rifle ligero para que sea más cómodo de llevar en una larga jornada de caza. Como, además, luego veremos cuando hablamos de calibres, para los corzos estos suelen ser ligeros. Y por tanto permitirá construir recamaras, cañones y culatas mucho más ligeras que un rifle de rececho normal.
Y un rifle manejable nos permitirá moverlo y encararlo fácilmente e, incluso, retorcernos, en caso de que el corzo nos entre en la siembra o el prado que le esperamos, justo por el lado contrario al que pensábamos que iba a hacerlo.
Por ello, yo elegiría como rifle ideal un monotiro, dotado de sistema Kieplauff, para presionar la bala contra la recamara y darle la máxima precisión. La longitud total de esta arma estará entre 91 y 95 centímetros.
Para mi calibre rifle “ideal” de corzos vamos a elegir un calibre suave o muy suave. Simplemente, porque 25 kilos de corzo se cobran con cualquier cosa.
Esta foto puede mostrar lo que es el embrujo de la fiebre de capreolus. En esta primera parte nos vamos a dedicar a lo que, en mi opinión, puede ser el rifle perfecto para el rececho de corzos.
La ventaja de los pequeños monotiros es que son tremendamente manejables en torretas elevadas y puestos de caza. María, mi hija, esperándome instalada para iniciar una tarde de caza de corzos.
¿Dónde pondríamos el mínimo? – calibres .22 o 5,6 mm
Empezaremos, como mínimo, por los calibres .22 de fuego central o 5.6 milímetros. Y fíjense que he dicho calibre .22 «de fuego central», es decir, que tenga pistón en el centro del culote y percusión central. Simplemente, porque el .22 LR o su versión magnum WMR, ambos son de percusión anular. Quiere esto decir que el percutor muerde el borde del casquillo donde está el fulminante, pues no llevan pistón. Además, hace muchos años que están prohibidos para la caza en España y si nos referimos a caza mayor, como el caso de hoy, creo que con bastante razón.
Yo pondría el mínimo en el .222 Remington. Sabiendo que no en todos sitios este increíble calibre se considera legal para corzos. Lo he usado mucho en Inglaterra, con resultados muy satisfactorios. Sólo como curiosidad, en Escocia, aun siendo el mismo país, no es legal, tal y como he citado antes, pues ahí consideran el mínimo el .243 o 6 milímetros. El .222 lo pondría como mínimo y sólo para tiradores muy buenos y nunca sobrepasando los 150 a 200 metros de distancia.
Otros .22 como el .222 Remington Magnum, el 5,6×50 R Magnum, el 5,6×51 R Vom Hofe, el 5,6×57 R y muchos otros, son anecdóticos en España. El .223 Remington, al ser el cartucho de la OTAN, tampoco lo recomiendo, por los problemas legales que en España puede producir cualquier calibre relacionado con armas militares.
Hoy bastante de moda, el 22-250 Remington es utilizado por los muy, muy finos tirando. Desarrollado a partir del 250-3.000 Savage, de los años treinta, lo presentó Remington en 1965 como el no va más para tirar alimañas, llamadas varmint en EE UU. Volando a más de 1.100 metros por segundo con balas de entre 35 y 70 grains puede ser una elección para alguien que tire muy bien y no quiera dañar nada de carne. Sólo tiene que apuntar al arranque del cuello, delante de la paleta, y aprovechará toda la carne del corzo, un auténtico manjar. Pero debe ser muy fino tirando y conocer muy bien su rifle.
¿Dónde podríamos poner el máximo?
Creo que buscando el calibre «ideal» para corzos pondría el máximo en los 7 mm no magnum. Cualquier 7×64 su equivalente para monotiros 7x65R, .270 Winchester, .280 Remington, por citar algunos. Pero usted irá muy sobrado para un animal de 25 kilos de peso. Hay quien ha cazado muchos corzos con el .308 Winchester e, incluso, con un .30-06 con balas ligeras y suaves. Servirán, porque son dos grandes todoterrenos, pero para nada son necesarios para nuestro querido capreolus.
Un corto y compacto Remington modelo Seven. Lo use veinte años y puede ser también otra gran elección como rifle ‘ideal’ para rececho de corzos.
¿Dónde estaría el término medio?
Si tuviera que buscar el término medio para cazar corzos lo pondría en los calibres 6 y 6,5 milímetros, no magnum. Citaremos algunos.
El increíble 6×62 Fréres de reciente desarrollo podría ser perfecto, especialmente si usted espera tiros muy largos en corzos de montaña. El .243 Winchester derivado del casquillo del .308 de la misma casa, sólo agolletándolo para que admitiese un proyectil de 6,17 mm fue un éxito en EE UU desde su lanzamiento. Más orientado a pequeños venados, desbancó del mercado al .244 Remington, que se comercializó más como rifle para alimañas.
Dentro de los 6,5 milímetros destacaría, entre muchos, el veterano 6.5x57R para monotiros y armas basculantes mixtas. Lo he usado mucho en versiones desde 93 a 127 grains y es una maravilla en los corzos, especialmente popular en Centroeuropa. Suave, muy cómodo de disparar y bastante fácil de encontrar, sin duda, sería una de mis elecciones para un compacto y ligero monotiro para corzos.
Ese fenómeno llamado 6,5 Creedmore, con su extraordinaria densidad seccional, lo hace uno de los cartuchos más eficaces de la actualidad. Tiene el mérito de haber sido el cartucho que ha alcanzado más popularidad en menos tiempo de la historia desde su lanzamiento por Hornady sobre 2007. El venerable 6,5x 55 sueco, de casi idéntico desarrollo y características, podría ser otra joya corcera, a pesar de sus 120 años de antigüedad desde que lo adoptara el Ejército sueco en 1893. El 6,5x 65 RWS presentado en 1988 puede ser otra maravilla, sobre todo si usted caza corzos de montaña donde se esperan tiros muy largos.
Respecto a los potentes .257 Watherby, 6,5x68S, a pesar de sus extraordinarias prestaciones, nunca serían mi elección personal, pues exigen cañones y rifles muy largos y mi premisa de un rifle corcero es que sea corto, compacto y manejable (les remito al nº 629 de Trofeo donde traté todos los 6,5 mm en el artículo Infantería ligera).
¿Cuál sería mi calibre ideal para corzos?
Pues si nos remontamos al artículo cuando revisamos lo que yo pedía a un rifle y calibre de rececho, vimos que lo primero era que fuese un rifle, corto, compacto, manejable y fácil de dispara. Pero cuando revisábamos su calibre o cartucho vimos tres puntos que para mí eran vitales a la hora de hacer mi elección. Repasemos, pues, mi elección, que para nada está relacionada con velocidades, energías, potencias, trayectorias o prestaciones en las tablas de tiro.
Debe tener una amplia variedad y suministro de munición: primero, porque me permite elegir entre gran número de puntas, la que mejor agrupe mi rifle. Segundo, porque jugando con durezas y controles de expansión podía resolver situaciones para las que tal vez no era «ideal» ese cartucho. Además, evito el drama que hemos sufrido en los últimos años de auténtica carencia de munición en algunos calibres, hasta el punto de no poder utilizarlos por falta de balas.
Debe ser un cartucho tremendamente popular: si tengo problemas de munición porque me olvido la mía, se me pierde o se me acaba, debo poder encontrar mi cartucho en cualquier armería de España o del mundo. Y si no la encuentro en armerías debía ser un cartucho fácil de conseguir pidiéndosela a un guarda, compañero o cazador que ande por la zona. Tal vez no sean las mismas balas con que llevo perfectamente puesto en tiro mi rifle, pero con una diana y unos pocos tiros puedo ponerlo en tiro y continuar mi cacería.
Mejor si lleva décadas de éxito en el mercado: un cartucho que lleve 40 o 60 años de éxito en el mercado es casi seguro que va a seguir por el mismo espacio de tiempo. De ese modo evito lo que pasó con el magnífico .264 Win. o el .244 Rem. que, a pesar de ser buenísimos diseños, hoy casi es imposible encontrar munición para ellos.
El rifle apropiado debe ser un rifle corto, compacto manejable y ligero. Dos monotiros dotados de sistema Kieplauff en su cierre, lo cual los dota de extraordinaria precisión. Son 91 y 99 centímetros de longitud.
Entonces, mi elección como «calibre ideal» es…
Pues, siguiendo las tres premisas anteriormente vistas, mi cartucho ideal para un rifle de corzos en España será… ¡el veterano .243 Winchester! Y, ahora, el lector se quedará sorprendido de las vueltas que hemos dado para llegar a esa sencilla conclusión.
Sin duda, muchos de los cartuchos estudiados serán mucho más rápidos, otros tendrán mejores coeficientes balísticos, otros serán más eficientes… Pero a la hora de la popularidad y facilidad de encontrar munición y variedad de tipos y cargas, ninguno se acerca, ni de lejos, al venerable «dos, cuatro, tres».
Y con su tremenda variedad de munición, de durezas y controles de expansión, tendré un mundo donde elegir, si lo necesito utilizar en caza algo más pesada. En cualquier pueblo de España o del mundo encontrará balas, si usted tiene la suerte de poder salir a cazar corzos fuera de España.
Le permitirá utilizarlo en un monotiro corto, compacto y manejable, o en un cerrojo de acción corta que será una delicia de manejar y disparar… Como siempre digo, yo sólo puedo contárselo y darle mi humilde opinión. La decisión final siempre será suya.
Rifle y calibre serán importantes para recechar corzos. Pero no olvide que usted debe dominar su arma, saber apoyarla, apretar correctamente en gatillo, controlar su respiración… En definitiva, hacer ‘su parte del guion’ para tener éxito en su rececho.
Texto y fotos: Roque Armada
Director de la Escuela de Tiro Iberalia TV
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