Las rehalas, como parte indispensable de la montería, se enfrentan a inconvenientes subsanables con un poco de buena voluntad por parte de los organizadores.
La Asociación Española de Rehalas (AER), la Asociación de Rehalas Españolas Caza y Liberal (ARRECAL) y el Real Club de Monteros (RCM) se unen para presentar estas recomendaciones a los rehaleros:
La puntualidad es un excelente hábito para cumplir con la exigencia de la montería, pero cada vez es más frecuente alargar tanto el comienzo de la suelta como la vuelta a la perrera de nuestras rehalas al terminar la jornada.
Citar a las rehalas tres o cuatro horas antes del comienzo de la misma, choca con la atención y las obligaciones que debemos prestar a nuestros perros y, para ello, necesitamos que la hora de llegada de nuestras rehalas sea más cercana a la hora del comienzo de la montería y que, una vez terminada esta y recogidos los perros, la vuelta se realice con prontitud.
No debemos tener a los animales innecesariamente en el transporte, por haberlos citado a las nueve de la mañana cuando la suelta no se realizará antes de las doce, así como esperando la propina o el pago de la jornada de caza, cuando deberían estar reponiendo fuerzas y descansando en sus perreras.
Por tanto, solicitamos por el bien de nuestras rehalas y de la montería, acortar el tiempo de espera de los perros dentro del medio de transporte y dejar resuelto el pago, bien por la mañana o inmediatamente al terminar la jornada.